Tras generar algunos de los mejores rendimientos del S&P 500 el año pasado, las acciones petroleras vuelven a ir camino de un gran comienzo. El crudo Brent superó los 95 dólares por barril la semana pasada, su cota más alta desde 2014, para después revertir parte de sus ganancias ante la noticia de que Irán podría reanudar pronto el suministro tras aceptar un acuerdo nuclear. La materia prima se situaba el jueves a 92,85 dólares por barril en Londres, un repunte del 46,4% interanual.
Asimismo, el ETF Vanguard Energy Index Fund Shares (NYSE:VDE) —cuyos 10 principales participantes incluyen a Exxon y Chevron— ha subido un 21,7% este año, superando ampliamente el rendimiento del índice de referencia S&P 500, que ha descendido más de un 8% durante el mismo periodo. El ETF subió un 48,1% durante el año pasado y cerró la jornada del jueves en 94,50 dólares.
Lo que alimenta esta potente subida de las acciones de los gigantes de la energía es la perspectiva extremadamente alcista de los mercados energéticos, impulsada por una combinación de preocupaciones en torno al suministro, el aumento de la inflación y las tensiones geopolíticas.
Y parece que el repunte de las acciones petroleras está lejos de terminar. Según muchos analistas, que el Brent supere los 100 dólares por barril es prácticamente un hecho, y algunos pronostican que la materia prima superará los 125 dólares por barril.
JP Morgan pronosticó que el petróleo «probablemente sobrepasará los 125 dólares» por barril debido a la escasez de capacidad y a la menor inversión en nuevos recursos. Su nota más reciente decía:
«Este bajo rendimiento llega en una coyuntura crítica y, en nuestra opinión, mientras otros productores mundiales se tambalean, la combinación de la escasa inversión en las naciones de la OPEP+ y el aumento de la demanda de petróleo tras la pandemia derivará en un punto potencial de crisis energética».
Las grandes petroleras nadan en la abundancia
El resultado de este sorprendente cambio de perspectiva tras la destrucción de la demanda durante el pico de la pandemia del COVID-19 es que las principales compañías petroleras del mundo están nadando en la abundancia de efectivo. Exxon ha informado de que generó 23.000 millones de dólares de beneficios el año pasado, su mayor cifra desde 2014. Chevron también ha informado de que ha sido su año más rentable desde 2014, obteniendo 15.600 millones de dólares de ingresos netos en 2021.
Los inversores no deben olvidar que los mercados de materias primas son extremadamente volátiles y tienen poca memoria. En 2020, el sector energético registró el peor rendimiento del S&P 500. La pandemia del COVID-19 destruyó la demanda de energía e hizo que los precios se tambalearan, de modo que el sector energético ha perdido un 37%.
Una clara diferencia en el actual auge del petróleo es que los productores estadounidenses no tienen previsto ampliar su capacidad. En vez de eso, tienen previsto devolver la mayor parte del dinero extra a los accionistas en forma de dividendos y recompra de acciones.
Este mes, Chevron ha aumentado su dividendo en un 6% y ha anunciado que tiene previsto recomprar hasta 5.000 millones de dólares de sus acciones este año. Se espera que Exxon, que generó 48.000 millones de dólares en flujo de caja de operaciones en 2021, eleve sus dividendos a finales de este año. El gigante con sede en Texas ha afirmado que podría recomprar hasta 10.000 millones de dólares en acciones en los próximos 12-24 meses.
Argus Research ha elevado la calificación de Exxon a “compra”, y ha dicho en una nota reciente que los inversores deberían esperar más retorno de efectivo por parte del gigante energético. Su nota decía:
«Esperamos que Exxon se beneficie de los sólidos fundamentales del mercado energético, así como de la mejora de su balance, la reducción del gasto de capital y el aumento del flujo de caja libre. También existe la posibilidad de que se produzcan aumentos de dividendos, recompras de acciones y más reembolsos de deuda este año”.
Exxon cerró la jornada del jueves en 78,23 dólares, tras subir un 27,8% este año. Chevron cerró en 133,61 dólares y ha subido un 13,8%. Aunque reitera su calificación de “compra” para las acciones de Exxon, Goldman Sachs ha asegurado que el mayor productor de petróleo de Estados Unidos no le gusta más que CVX.
«Seguimos creyendo que XOM tiene más margen de subida que CVX desde el punto de vista de la valoración. Creemos que el valor en Guyana, Global LNG, Chemicals y la actual transición de gobierno corporativo están infravalorados en el precio actual de las acciones».
Conclusión
Los valores energéticos, incluidos XOM y CVX, se encuentran en una posición cómoda para devolver más efectivo a los inversores después de recortar sus gastos y prometer mantener esa disciplina incluso aunque los precios del petróleo continúen su movimiento ascendente.
Si se mantiene esta combinación de precios del petróleo más altos y escasez de oferta, los inversores deberían observar más ganancias de las acciones de estos gigantes.
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