Hola Amigos, buen día. Como se esperaba, los datos de inflación de enero arrojaron cifras récord en más de 40 años, aunque no solo eso: superaron las expectativas, con un 7.5% interanual en el período enero 2021 / enero 2022; en tanto, la inflación subyacente quedó en el 6%, una cifra muy elevada, que solo hace encender más alarmas en la Fed.
Tal como suele suceder en estos casos, los movimientos encontrados, y los cambios de dirección repentinos volvieron a aparecer, después de varios días de calma. La primera reacción de los mercados fue favorable al dólar, con una baja importante del euro, la libra y el yen, que llegó nuevamente a su mínimo anual. Ya con la sesión americana en marcha, las acciones principales, con ganancias de cierta relevancia, hicieron trastabillar al billete. Esto fue hasta que algunos funcionarios de la Fed aparecieron con declaraciones altisonantes, reclamando un alza del 1% de la tasa de interés en julio.
Allí, el dólar volvió a tomar fuerza, situación que si bien mantuvo a las acciones sin muchos cambios, hizo caer nuevamente al euro, la libra esterlina y a las monedas vinculadas a las materias primas. El yen no varió sustancialmente.
En este mismo contexto se desarrolla la sesión europea del viernes, con el euro intentando recuperar la cota de 1.1400, y con la libra esterlina mucho más libre (pero también más volátil) por encima de 1.3560. El yen, en cambio, no logra recuperarse, y solo el quiebre de 115.80 podría devolverle algo de fuerza, algo que por el momento se ve poco probable.
Respecto a la onza de oro, luego de mantenerse por encima de 1830.00 dólares durante prácticamente todo el jueves, cae ligeramente en estas horas, cotizando a 1827.00 dólares, pero apuntando a la baja en los gráficos de corto plazo.
El mensaje que deja el índice de inflación es que la Fed deberá aumentar sin dilaciones la tasa de interés. Pero a la ola de cierto pánico que generó el dato, le siguió un cierto consenso en los mercados de que un aumento en marzo no será tan dramático, y si efectivamente tiene lugar, será de no más de un cuarto de punto. Según varios analistas, sería inapropiado un aumento de medio punto, salvo que la situación de la inflación se agrave este mes. En buena medida, ello dependerá del costo de la energía, que por ahora no cede, con el petróleo en valores máximos de septiembre de 2014.
La sesión del viernes asoma más calma, aunque la apertura de Wall Street, a las 9:30 del este, será determinante. Los mercados terminarán de digerir las cifras conocidas el jueves, y si la presunción es que finalmente no será tan grave un aumento de tipos de interés, las acciones pueden volver a brillar. El dólar, que parecía tener ganancias aseguradas apenas conocido el índice de inflación, ya no tiene tan fácil su camino, y desde el otro lado del Atlántico, los discursos del BCE y el BoE comienzan a endurecerse, lo cual limita las posibilidades del billete en el mediano plazo.
El yen parece estar más pendiente de la situación conflictiva planteada entre Rusia y Ucrania. En la frontera que separa ambos países se aprestan tropas listas para entrar en combate, y más allá de las terribles consecuencias que esto puede tener, en cuanto a lo que nos ocupa el yen es la moneda a seguir, al igual que la onza de oro.
La agenda de noticias incluye la primera encuesta de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan. Ya se conoció el dato más importante del día, la inflación de Alemania, que cayó al 4.9% interanual, luego de permanecer por encima del 5% por varios meses. Esto le quita presión alcista al euro, al menos por el momento, lo cual explica el cierto retraso que presenta respecto a la libra en estas primeras horas del viernes.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, y un muy buen y reparador fin de semana, nos reencontramos el próximo lunes. Hasta entonces.
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