Después de varios días de caídas consecutivas, las acciones principales de Wall Street lograron recuperarse con fuerza el viernes, con los índices bursátiles saliendo de una zona de extremo peligro en la que habían ingresado entre el martes y el miércoles pasado.
En cuanto a las monedas líderes, también ofrecen oscilaciones importantes. El euro logró alejarse de sus nuevos mínimos de poco menos de dos años a los que llegó la semana pasada, pero mantiene algunas dudas de cara a los primeros días de febrero. La libra esterlina, en tanto, se mantiene cerca de sus mínimos del mes, y debe superar claramente la zona de 1.3440 para obtener ganancias sustentables durante los próximos días.
Precisamente, las dos principales monedas europeas estarán en el centro de atención de los mercados. El jueves próximo, el Banco de Inglaterra primero, y el Banco Central Europeo pocas horas después, darán a conocer sus respectivos comunicados de política monetaria, el primero del año para ambas entidades.
Al respecto, conviene revisar la actualidad de cada uno, y el efecto que han tenido sus medidas pasadas sobres las monedas. El Banco de Inglaterra incrementó sus tipos de interés al 0.25%; se trata de un alza simbólica, con una inflación que supera el 5%, una cifra insólita y la mayor en décadas para Reino Unido. El BoE dejó en claro que volverá a aumentar la tasa en las próximas reuniones, algo necesario y, diríamos, imprescindible, si lo que aspira el banco central es a reducir drásticamente la inflación.
En su hora -hablamos de 2016 y 2017- el crecimiento de la economía británica había llevado el costo de vida a más del 3.5%, pero la incertidumbre que provocaba el Brexit impidió que el BoE pudiera tomar medida alguna. Liberado de ese compromiso, lo que procede ahora es tomar medidas de fondo.
Con ese modesto incremento, la libra se alejó de sus mínimos ante el euro, y logró superar 1.3700 por varios días, luego de iniciar un marcado rally posterior a la reunión de diciembre del BoE. La situación actual de la libra es de fuerte expectativa, pero con un alza importante por delante.
El euro se encuentra pendiente de las siempre lentas decisiones del Banco Central Europeo. La entidad que lidera Christine Lagarde anunció el final de varios planes de estímulo en marzo próximo, pero no hizo alusión alguna a un alza de tipos de interés. El mínimo de casi dos años del euro es elocuente en ese sentido: ante una acción directa de la Fed, la inacción de BoE contrasta directamente. De allí es que el banco central tendrá la oportunidad este mes de comenzar a revertir una inflación minorista que en Alemania superó en 2021 el 5%, y la mayorista el 20%.
En otro orden, el oro no logra levantar posiciones en forma contundente, y a un alza muy esforzada le sigue, desde varios meses atrás, una caída sin atenuantes. Difícil aparece el panorama de corto plazo para la onza, que deberá remontar por lo menos a la zona de 1830.00 dólares, y desde allí recuperar la cota de 1860.00 dólares, por ahora inalcanzable.
El calendario de esta importante semana lo completan los informes de inicio de mes: ISM de manufacturas y servicios, ADP (encuesta de empleos privados) y nóminas de empleo no agrícolas. Todos informes clave, y que le darán forma a las primeras semanas de febrero.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, y un muy buen fin de mes, nos vemos el martes.
Adrián Aquaro
Trader College