Las criptomonedas están ganando popularidad entre los inversores por varias razones, pero principalmente se destaca su estructura única y su potencial de altos rendimientos. Sí bien la mayoría de las personas están familiarizadas con las monedas y los activos comunes, los inversores potenciales desconocen la amplia gama de activos digitales disponibles y cómo funcionan.
Antes de invertir, se debe tener en cuenta la naturaleza volátil de varias criptomonedas. La volatilidad es uno de los factores que impulsan el mercado, ya que ésta es el fiel reflejo de los cambios repentinos en el sentimiento de los inversores, pudiendo derivar en movimientos de precios rápidos e importantes. Y en BitIQ puedes obtener mayor detalle de toda esta temática.
La volatilidad no es algo que solo concierne al mercado de criptomonedas. Son visibles en otros sectores financieros, pero la intensidad y la propagación son mayores en los criptoactivos. La postura legal de las criptomonedas tomó un camino bastante tumultuoso en el mundo para el año 2021, ya que algunos países la adoptaron como moneda de curso legal y tantos otros las han incluido en sus posiciones de reserva internacionales.
Es cierto que existen diferencias significativas en la premisa legal de las monedas digitales entre las diversas agencias reguladoras de cada país, lo que podría determinar un futuro con escenarios alternativos para cada región financiera del mundo. Por un lado, a los reguladores les preocupa que usuarios en calidad de anonimato puedan usar las criptomonedas. Mientras en otro grupo, se incorporan algunos reguladores más acomodaticios, es decir, que abogan por una mayor conciencia en el uso de las tecnologías subyacentes. En última instancia, existe un amplio consenso en que las buenas regulaciones ayudarán a mejorar la protección de los inversores y reducir los riesgos a largo plazo.
Riesgos de mercado
Al igual que otras materias primas, los criptoactivos están expuestos a riesgos derivados del movimiento del mercado. Hay dos tipos de riesgos asociados con el comercio de criptomonedas, es decir, riesgos sistemáticos y riesgos no sistemáticos. El riesgo sistemático está presente en todas las criptomonedas porque es inherente a los criptomercados.
El riesgo no sistemático, que es particular de un solo criptoactivo, podría implicar un cambio en los fundamentos de la empresa. Por ejemplo, El Salvador ha hecho del Bitcoin una moneda de curso legal. Mientras que en países como EE.UU. y Canadá, el comercio de monedas virtuales es legal. Por otro lado, China y Rusia incluso han limitado algunas de sus prácticas comerciales.
Las compras y transacciones en moneda digital, por ejemplo, pueden estar sujetas a impuestos sobre las ventas o el valor agregado (IVA). Dependiendo de dónde hagan, es posible que los inversores en moneda digital necesiten buscar asesoramiento fiscal con regularidad. Aunque las criptomonedas pueden ser el comienzo de una nueva era, también tienen una contraparte menos conocida: el ciberdelito. Dado que las criptomonedas están completamente descentralizadas, la higiene y las salvaguardas cibernéticas de los poseedores de activos digitales son la prioridad número uno de los reguladores a escala global.
Es por ello que es esencial comprender las medidas de seguridad adoptadas por los intercambios entre los principales actores del mercado. Algunos procesos se han estandarizado para brindar mayor seguridad transaccional, actualmente se tiene el procedimiento KYC obligatorio y rígido para garantizar la transparencia y la máxima seguridad en cada registro de criptomonedas que se realice.
Diversificar la cartera
Invertir en una variedad de criptomonedas puede ayudar a mitigar el riesgo. Con una cartera bien diversificada, la inversión se distribuye en varios activos, lo que reduce el impacto de la volatilidad. Los puntos de entrada y salida de sus operaciones son cruciales. Una entrada perfecta es la guinda de una buena transacción, pero debe sopesar tanto las ganancias como las pérdidas con las salidas.
Como se puede evidenciar, los activos digitales han llegado para quedarse y cada vez tendrán una mayor presencia en la actividad comercial y financiera del mundo. Ello no significa que se deban tomar decisiones a la ligera, pero sí es el primer indicativo de que todo inversor debe comenzar a explorar sus potenciales beneficios para no quedar rezagado en las operaciones financieras que se proyectan.