La publicación de los datos de empleo de Estados Unidos de diciembre dejó un sabor agridulce en los mercados. Por un lado, la cifra estuvo muy por debajo de lo esperado, pero los 199 mil empleos publicados muestran que las cosas no van mal en el mercado laboral. Mucho más aún si se tiene en cuenta que la tasa de desempleo cayó al 3.9%. La cantidad de empleos creados muestra que el sector laboral sigue teniendo solidez.
El informe movió de inmediato al dólar, que luego de algunos titubeos, cayó con fuerza ante las divisas principales. El euro llegó a 1.1360, la libra esterlina estacionó cerca de 1.3600, y el yen detuvo su caída, aún cuando todavía se mantiene débil. El dólar australiano vuelve a dar señales de vida, en tanto el dólar canadiense se benefició de un gran dato de empleos a nivel local, creciendo con fuerza, y cumpliendo con una figura de cambio de tendencia en el par USD/CAD.
Por el lado de las materias primas, la situación es distinta. El oro, la plata y el platino terminaron el viernes con ganancias, pero fueron solo un espejismo. En todos los casos sufrieron pérdidas de importancia en las horas previas a los datos de empleo y solo lograron recuperar parte de sus caídas.
Estos datos de empleo parecen aclarar aún el panorama de cara a las decisiones de política monetaria de la Fed. El propio organismo dejó en claro días atrás en sus Minutas de la reunión de diciembre que acelerará los recortes de fondos y aumentará los tipos de interés varias veces entre 2022 y 2023. Algunas especulaciones hablan incluso de 4 alzas de tasa durante 2022, comenzando en marzo próximo. En la última semana de enero tendremos la primera reunión del banco central, y allí comenzará a delinearse el resto del año.
Lo que no parece tan claro es que el dólar vaya a beneficiarse en forma decisiva con los aumentos de tipos de interés. Los mercados se adelantaron varios pasos durante los últimos meses, y premiaron al billete llevándolo a máximos de un año y medio ante el dólar, y de más de un año ante la libra. A la vez, llegó a máximos de 5 años ante el yen. Todo ello en la presunción de que la Fed aumentará los tipos de interés como quedó antes mencionado. Cabe pensar entonces que si el dólar ya creció, poco le queda por ganar en forma adicional, sobre todo si se tiene en cuenta que el resto de los bancos centrales no se quedará con los brazos cruzados.
El Banco de Inglaterra, por caso, ya aumentó, de manera ínfima, la tasa de interés. El Banco Central Europeo ya anunció que terminará en marzo con algunos de sus planes de estímulo.
Una buena medida de lo que viene la tendremos esta semana. Los datos de inflación de diciembre no harán más que reflejar la situación dramática de los precios, que rozaron el 7% interanual en noviembre. Las autoridades de la Fed asumieron bastante tarde que el fenómeno no es transitorio, y que si se sigue emitiendo dinero, subsidiando todo tipo de actividades, y fomentando la anti cultura del trabajo (pomposamente algunos llaman “la gran renuncia” a que la gente no trabaje porque igual vivirá de subsidios), el futuro no será alentador. En esta última parte, claro, está, tiene mucho que ver el gobierno de Biden, que encontró en la pandemia la oportunidad justa de aplicar esta política.
De allí es que el miércoles asoma como el día más importante de la semana, aunque ya este lunes podremos ver algunos movimientos interesantes, sobre todo a partir de las 9:30 del este, cuando se ponga en marcha la bolsa de Nueva York. El viernes las acciones principales no tuvieron un buen día, y muchas de ellas cayeron muy fuerte, aunque otras terminaron con ganancias moderadas. El pronóstico para este lunes no es del todo alentador para los papeles líderes.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.
Adrián Aquaro
Trader College