El 2021 fue un gran año para los mercados. Se unieron una serie de razones como las medidas de estímulo de los bancos centrales, una Reserva Federal acomodaticia, la llegada de las vacunas, la reapertura de los países y las empresas.
Se presenta un año 2022 apasionante y lleno de retos, como la elevada inflación, los movimientos de los respectivos bancos centrales, los efectos del coronavirus.
Respecto a la inflación, decir que el Banco de Inglaterra subió los tipos de interés en diciembre, la Reserva Federal seguramente los suba tres veces este año y el Banco Central Europeo ya confirmó que en 2022 no subiría los tipos y esperarán al 2023.
En principio es positivo para las Bolsas europeas que se retrase la subida de tipos de interés, no obstante este hecho no siempre ha acabado con los mercados alcistas. Por ejemplo, si nos vemos desde el año 1946, el S&P 500 subió una media del +5,3% en los 12 meses siguientes a la primera subida de tipos de interés. Sin embargo, el ritmo del endurecimiento marca una gran diferencia, porque el S&P 500 cayó un -2,7% de media durante las subidas de tipos que fueron más rápidas, mientras que subió un +11% durante las lentas.
Los bancos centrales han tenido que dar un cambio semántico y ya han eliminado de sus discursos aquello de que la subida de la inflación es algo transitorio y han pasado a reconocer que durará más tiempo del esperado y deseado (en España subió a niveles de hace 30 años, en Estados Unidos subió al mayor ritmo en 40 años). El caso es que la subida de los precios de la energía, de los alimentos y de los servicios seguirá originando que en el Viejo Continente la inflación se mantenga en niveles elevados en 2022.
En lo referente al coronavirus, debido a la composición del IBEX35 (apenas exposición a sectores industriales y tecnológicos y en cambio mucha exposición al sector bancario y de ocio-turismo), estaríamos ante una nueva repetición de lo sucedido en 2020, es decir, en los primeros meses del año seguramente sufra más que el resto de plazas bursátiles debido a la virulencia de Ómicron y las medidas restrictivas o limitadoras de movimientos.
En 2021 ya asistimos a una subida del selectivo español, la tercera mejor desde el año 2013, en torno al 8% (+10,8% si añadimos dividendos) frente al 21% del EuroStoxx 50, habiendo una mayor brecha si lo comparamos con la Bolsa francesa o italiana. En 2022 debería seguir más o menos este escenario.
Pero fíjese que eso de que la Bolsa española sea la rezagada no es algo nuevo de ahora. Por ejemplo, en los últimos 11 años ha ido en 7 de ellos por detrás de las Bolsas de Japón, Wall Street, Italia, Francia, Alemania y Reino Unido. En ese periodo el Ibex ha obtenido un rendimiento del +25,25% en contraste con la Bolsa germana o francesa que ha sido de +170% o de la británica +128% o la italiana +75%. Ya si comparamos con la Bolsa estadounidense mejor no hacerlo.
Lo positivo es que el Ibex 35 está más barato que el resto de bolsas del continente. Presenta un PER (relación entre valoración y beneficios de las compañías) esperado para 2022 de 13 veces, inferior al de la Bolsa alemana que es de 14 veces o a la Bolsa francesa de 15 veces.
El fuerte soporte formado en julio del 2021 actuó muy bien al ser tocado en diciembre, no sólo impidió males mayores sino que desde ahí está propiciando un interesante rebote al alza. Todo ello ayudado porque tanto en julio como en diciembre había sobreventa (como bien se aprecia en el gráfico) y ya sabemos que soporte fuerte + sobreventa = rebote al alza.
De cara a 2022 el Ibex 35 tendría un primer objetivo de subida a los 9310 puntos y un segundo objetivo, más ambicioso, a los 10.000 puntos.
Pero sigamos con el Ibex 35. Nos encontramos en el mes de enero, el conocido como efecto enero. Hay 2 versiones:
1º Cogiendo el mes entero de enero: si cogemos los últimos 6 meses de enero en los que el Ibex 35 terminó en verde, se puede observar que en 3 ocasiones el año fue también verde (exactamente los años 2013, 2014 y 2019), y en otras 3 fue en rojo.
En 2019 fue bastante interesante subiendo en el mes de enero un +6,04% y acabando el año con una revalorización de +11,82%. En cambio en 2018 no fue bien, en enero se alzó con un +4% y en el año cerró cayendo un -14,95%.
2º Cogiendo las 5 primeras sesiones de enero: en función de cómo se comporte la Bolsa esas 5 primeras sesiones de enero, así lo hará el resto del año. Es decir, si la rentabilidad de la Bolsa es positiva en las 5 primeras sesiones del año, dicho ejercicio será también alcista.
No dispongo de datos del Ibex, pero sí del S&P 500. Las primeras sesiones de enero suelen ser favorables. Desde el año 1950 tenemos el día 2 (+0,30%), día 3 (+0,17%), día 4 (+0,12%), día 5 (+0,15%), día 6 (+0,08%).
Así pues, en principio, las Bolsas deberían tener un peor comportamiento que en 2021, aunque si todo va bien con ganancias pero mucho más modestas.
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