La publicación de los datos de empleo de noviembre, que se conocerán a las 8:30 del este, mantiene en alto la atención de los operadores. Las nóminas de empleo no agrícolas llegan en medio de una serie de datos francamente positivos para el mercado laboral con las peticiones semanales de subsidio por desempleo en mínimos anteriores a la pandemia, y con la encuesta de empleos privados de ADP, conocida el miércoles, que agregó más puestos de lo esperado. En esta oportunidad, se espera la creación de unos 550 mil empleos en el mes que acaba de terminar, con un dato adicional importante: la tasa de desempleo podría volver a bajar, esta vez al 4.5%, un nivel que no toca desde marzo de 2017.
El dólar llega a esta instancia con un comportamiento algo irregular. Son muchos los acontecimientos ocurridos en los días previos, con estados de ánimo cambiantes en los mercados. Desde la nominación de Jerome Powell como presidente de la Fed por un nuevo período de 4 años, su propia presentación ante el Senado, y la aparición de una nueva variante del coronavirus, los mercados atraviesan días turbulentos, con alzas y bajas constantes en la bolsa de Nueva York (y también, por supuesto, en otras latitudes) y con el mercado de divisas sin definiciones claras.
El jueves, por caso, la bolsa de Nueva York recuperó por completo sus pérdidas del día anterior, como una reacción a dos días muy negativos. La perspectiva de que los datos de empleo sean positivos ayudó en este sentido, aunque la versión de que la variante ómicron del virus no es tan agresiva, y podría significar el final de la pandemia, pesó más aún en el ánimo de los inversores. Esta vez no tuvo efecto la alta probabilidad de que la Fed recorte apresuradamente sus planes de compra de bonos, y eleve la tasa de interés en el primer semestre de 2022.
Entre las divisas principales, el euro no termina de definir su dirección de corto plazo, aunque sus mínimos del año están cerca. Más aún lo están los mínimos semanales, en 1.1234, que podrían ser vulnerados con cierta facilidad si los datos de empleo de Estados Unidos son mejores de lo esperado. La zona de 1.1200 vuelve a estar, nuevamente, a la vista.
La libra esterlina se mueve sin un rumbo claro, más allá de que en los gráficos diarios se nota un cierto agotamiento en su baja. La divergencia que presenta el indicador de momento respecto a la curva de precios en dicha temporalidad parece anticipar que la divisa británica tiene un camino algo más firme al alza en los próximos días. No obstante, este viernes, un buen dato de empleo puede limitar su crecimiento.
El yen se mueve en forma muy irregular, sin dudas a la espera de novedades. Las idas y vueltas del par USD/JPY de esta semana no dan pistas claras acerca de lo que viene. Sin embargo, el quiebre de 113.70 podría generar un alza de la moneda nipona (lo vemos poco probable), y el quiebre de 114.50 una caída considerable. En mucho dependerá, como en los casos anteriores, de las nóminas de empleo.
El oro no logra encaminarse, y mantiene una pendiente bajista muy marcada, con nuevos máximos descendentes, que limitan cualquier recuperación de su precio. La zona de 1800 dólares está lejos, y mucho más la de 1815 dólares, nivel que debe superar para avanzar en forma sustentable. No parece ser este viernes el día apropiado para ello, y una caída de 1760 dólares posterior al dato de empleos puede hundir aún más al metal precioso.
Como complemento a los datos mencionados, el ISM de servicios, informe clave (10:00 del este) tendrá un fuerte impacto en los precios. En Canadá, los datos de empleo locales también tendrán efecto sobre el alicaído Loonie. Pero si hay un informe cuyo pronóstico es no confiable es ese, justamente, por lo que convendrá mirar de lejos los pares del dólar canadiense, al menos hasta que promedie la sesión americana.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, y un muy buen y reparador fin de semana, nos reencontramos el próximo lunes. Hasta entonces.
Adrián Aquaro
Trader College