Cuando a las 9 de la mañana (hora del este) se conoció que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, nominaba a Jerome Powell para un nuevo período al frente de la Fed, los mercados reaccionaron de inmediato con un alza furiosa del dólar.
Si bien se manejaba esta versión, no se sabía que tendría lugar el lunes a esa hora. O, tal vez, sí se sabía, pero en ámbitos muy reducidos. Sobre todo en aquellos que llevaron a los futuros del Nasdaq 100 a máximos históricos en las horas previas, para sufrir una fuerte baja durante las horas de operaciones. Si Usted cree que existe la información privilegiada, tiene razón.
La nueva nominación de Powell, que había llevado adelante una gestión sobria durante el mandato de Donald Trump, solo debe ser aprobada en el Congreso, algo que se descuenta sucederá. En los últimos meses de gestión del expresidente, y en los meses que lleva con Biden en el Salón Oval, Powell se mostró distinto a sus primeros tiempos al mando del banco central.
Su política ultra flexible estabilizó a la economía, pero desató una inflación que triplica los objetivos de la entidad, en un laberinto del cual no se sabe bien como saldrá, teniendo en cuenta que el invierno está llegando, y con él una ola de contagios de coronavirus que amenaza con hacer caer, otra vez, en recesión al país.
Los mercados descuentan desde ahora que durante 2022 se producirán al menos dos alzas de tipos de interés, el primero de los cuales podría tener lugar en junio, seguido por otro en noviembre. Son, desde ya, meras especulaciones, dado que con el estado de cosas actual, sin que se sepa la evolución de la pandemia, Powell podría hasta estirar los planes de estímulo que comenzó a recortar este mismo mes.
Este tipo de especulaciones suele tener un efecto corto en el tiempo, pero sirvió, esta vez, para llevar a mínimos de casi un año y medio al euro, a la libra a perder vuelo en forma violenta, y al yen a su nivel más bajo del año. De todas formas, y aunque el billete aún tiene mucho para ganar, no es conveniente confiar en este tipo de movimientos, que a todas luces aparece como previsto en algunos ámbitos, como quedó antes mencionado.
La bolsa de Nueva York retrocedió en forma moderada, aún cuando el primer impacto, posterior al anuncio de la postulación de Powell, no fue violento ni mucho menos.
¿Qué se puede esperar para estos días? Algo no muy diferente a lo ya visto. El dólar va a mantener su dominio en todos los frentes, aunque habrá que ver que camino sigue Wall Street. Si las acciones principales comienzan a ceder, como en parte ya lo hicieron en la víspera, algunos activos, como el oro y el yen, van a comenzar a fortalecerse.
Precisamente, el oro fue uno de los activos que más sufrió el embate del billete. Su caída fue típica de días con noticias que no lo favorecen, y sin dudas le costará volver a entrar en un ciclo alcista de mediano plazo. El impacto fue fuerte, y solo la superación de 1850 dólares le devolverá fuerza al metal precioso.
Respecto al resto de las monedas líderes, siguen los pasos del dólar. El euro tiene un difícil camino por remontar, con la pandemia atacando con fuerza en toda Europa, lo mismo la libra, y el franco suizo. El dólar canadiense, en tanto, ni siquiera logró aprovechar el pequeño impulso alcista del petróleo.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el miércoles.
Adrián Aquaro
Trader College