Tras años de declive corporativo y de bajo rendimiento de sus acciones, General Electric ha jugado por fin su mejor carta para recuperar la confianza de los inversionistas.
El conglomerado industrial con sede en Boston, de 129 años de antigüedad, que se encuentra en pleno proceso de reconversión, anunció la semana pasada que planea dividirse en tres empresas públicas, que engloban sus negocios de salud, aviación y energía, como parte de una escisión que desbloqueará el valor para sus accionistas.
GE escindirá su negocio de salud a principios de 2023 y combinará sus unidades de energía renovable, energía de combustibles fósiles y digital en una única entidad centrada en la energía que se escindirá un año después. El negocio restante formará GE Aviation, su división de motores a reacción.
El director general Larry Culp, que asumió el timón en 2018 para transformar el gigante industrial en dificultades, calificó el anuncio como un «momento decisivo» para GE.
Culp, durante los últimos tres años, reforzó los flujos de efectivo de la compañía mediante la venta de importantes negocios, que incluyeron un acuerdo de 30 mil millones de dólares para vender su negocio de arrendamiento de aviones. Su negocio de biotecnología fue adquirido por Danaher en una operación de 21,000 millones de dólares, y la venta de la mayor parte de la rama financiera de GE Capital se negoció antes de que Culp ocupara el cargo de director general.
Las acciones de GE cerraron el miércoles a 101.99 dólares. El precio de las acciones, ajustado por la separación, ha cambiado poco desde donde estaba cuando Culp asumió el cargo en octubre de 2018, en comparación con una ganancia de aproximadamente el 60% en el índice S&P 500. Los actuales accionistas de GE recibirán nuevas acciones de las dos empresas tras su escisión.
Una lógica clara
Algunos de los mayores inversionistas de GE están a favor de este último movimiento, que podría ser el acto final en el desmantelamiento del conglomerado que fue la mayor empresa del mundo hace 20 años, con una capitalización de mercado en ese momento de 401,000 millones de dólares.
En un comunicado, Trian Fund Management, el fondo activista dirigido por Nelson Peltz que amasó una participación de 2,500 millones de dólares en GE en 2015, dijo:
«La lógica estratégica es clara: tres empresas públicas bien capitalizadas y líderes en la industria, cada una con un enfoque operativo y una responsabilidad más profundos, una mayor flexibilidad estratégica y decisiones de asignación de capital a medida.»
La unidad de energía que agrupa los negocios de energía renovable y fósil de GE debería lograr márgenes de entre 5% y 9%, incluso con bajas tasas de crecimiento. Los márgenes de GE Aviation podrían alcanzar el 20%, según la presentación de GE a los inversionistas.
Los analistas, por su parte, dan una calificación favorable a las acciones de GE, que hasta ahora no han estado a la altura de este desarrollo. De 20 analistas, encuestados por Investing.com, 12 tienen una calificación de «outperform» (es decir, que demuestra un desempeño mayor al mercado en general) sobre la acción, y el objetivo de precio de consenso a 12 meses refleja una subida de más del 22%.
Gráfico: Investing.com
Deane Dray, analista de RBC Capital Markets, dijo en una nota la semana pasada que la ruptura podría generar un alza del 20% en el precio actual de las acciones de GE, y la medida ayudará a la dirección a desbloquear un valor «atractivo» para los accionistas de GE. Su nota añadía:
«Somos partidarios del plan y creemos que la compañía se está embarcando en la división en tres desde una posición de fortaleza».
Conclusión
Es posible que las acciones de GE no muestren mucho impulso positivo a corto plazo, ya que tanto los inversionistas minoristas como los institucionales siguen centrados en los valores tecnológicos de alto nivel o en los valores “meme”. La compleja historia de cambio en la que se ha convertido GE es, en comparación, simplemente menos atractiva.
Pero para los inversionistas a largo plazo, el último movimiento de GE representa una buena oportunidad de compra ahora que la empresa ha establecido un plan para aprovechar su posición de liderazgo en el mercado, especialmente en el sector de la salud y la aviación. Para estos inversionistas, la creación de una posición gradual en acciones de GE, con un horizonte de tres a cinco años, podría resultar un movimiento productivo en nuestra opinión.
Haris Anwar/Investing.com
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