Las acciones del fabricante de vehículos eléctricos Tesla vuelven a subir. Han ganado más de un 40% desde su punto más bajo de este año, en una lenta remontada tras caer desde los máximos históricos registrados en enero.
La subida desde el 19 de mayo coincide con el repunte de otros valores tecnológicos de alto crecimiento, pero el movimiento de Tesla es mucho más potente. La pregunta que se plantean ahora los alcistas de Tesla es: ¿Es sostenible esta subida? Sin duda es difícil predecir el próximo movimiento de las acciones de Tesla, que a menudo se nutre de seguidores tipo secta y ha sido un favorito de los inversores especulativos.
Pero esta vez, los alcistas de Tesla basan su optimismo en el robusto trimestre que creen que presentará la empresa con sede en California este mes.
Según Piper Sandler, que asigna un precio objetivo de 1.200 dólares a las acciones de Tesla, la fuerte producción y los márgenes deberían impulsar un tercer trimestre histórico para el fabricante de vehículos eléctricos.
Alexander Potter, de Piper Sandler, dijo en una nota a principios de esta semana:
«Creemos que el tercer trimestre será el más fuerte de Tesla, y vamos a elevar nuestras previsiones de cara a 2021 en consecuencia».
La firma proyecta ahora que Tesla entregará 894.000 vehículos en 2021, frente a su estimación anterior de 846.000. Las previsiones de Wall Street hablan de 800.000, según FactSet. La firma prevé que Tesla ganará 1,67 dólares por acción en el tercer trimestre, por encima de las expectativas de Wall Street de 1,39 dólares.
Riesgos para los valores de crecimiento
Del mismo modo, Credit Suisse también reafirmaba a Tesla como una de las principales opciones de vehículos eléctricos en una nota de la semana pasada, afirmando que la compañía está mejor posicionada para capitalizar el mercado de vehículos eléctricos.
Su nota decía: «El beneficiario más obvio de la mejora de las perspectivas de los vehículos eléctricos en Estados Unidos es Tesla, que es la empresa mejor posicionada de entre las que cubrimos como ganadora en un mundo de vehículos eléctricos. Sencillamente, ante el aumento de la aceptación/factibilidad de los vehículos eléctricos por parte de los consumidores, se amplía el grupo de compradores potenciales de Tesla».
Estas predicciones alcistas sobre Tesla pueden resultar correctas, pero en nuestra opinión, todavía hay algunos obstáculos en el actual repunte de las acciones. En primer lugar, el entorno macroeconómico es cada vez más incierto para los valores de crecimiento.
Desde que la Reserva Federal señalara la semana pasada su intención de reducir los estímulos, el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense se ha disparado y ha enviado una onda expansiva a las acciones de crecimiento. Muchos analistas creen que la creciente inflación y la escasez de suministros están arrastrando a la economía mundial hacia la estanflación, lo que podría afectar a valores sobrevalorados como Tesla.
A la empresa ya le está costando sacar al mercado sus últimos modelos debido a la pronunciada escasez de chips. Durante su última presentación de resultados, Tesla dijo a los inversores que el futuro ritmo de crecimiento de la empresa no podrá escapar a los continuos problemas de la cadena de suministro.
Tesla volvió a retrasar su camión semirremolque, que ya lleva dos años de retraso. Las primeras entregas del vehículo están previstas para 2022. La empresa atribuye el retraso a los problemas de la cadena de suministro y a la escasez de células de batería, así como a la necesidad de poner en marcha nuevas fábricas. Los planes de la empresa para su primera camioneta, que tenía que llegar a los clientes este mismo año, también se están viendo afectados por problemas con las piezas, explicaba el director ejecutivo, Elon Musk, durante una presentación de resultados. No ofreció ninguna fecha de entrega revisada.
La valoración de Tesla es otro motivo de preocupación y una importante fuente de fricción entre los principales analistas de Wall Street. Algunos sostienen que las acciones de Tesla están muy sobrevaloradas y que la empresa no tiene margen de error cuando el precio de sus acciones es tan elevado que los traders esperan un rendimiento perfecto por su parte.
Conclusión
El movimiento lento y gradual de las acciones de Tesla desde mayo muestra la firme creencia de los inversores de que la empresa seguirá mejorando sus márgenes, ayudada por la creciente demanda de sus vehículos eléctricos. Ese optimismo, sin embargo, ignora las amenazas que se ciernen ahora mismo sobre las acciones de crecimiento y los persistentes efectos de la escasez de suministro s a los que se enfrentan los fabricantes de automóviles.
Haris Anwar/Investing.com
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