El discurso del presidente de la Fed en el Simposio de Jackson Hole no dejó dudas: el banco central tiene todo listo para comenzar a recortar su plan de compra de bonos este año, y dejará sin cambios los tipos de interés en cero hasta 2023, o hasta cuando crea que la presión de la inflación se hace insostenible.
Las palabras de Powell, que intentaron, una vez más, ir por un camino central entre lo que pide gran parte del Comité de Política Monetaria, un recorte de fondos inmediato, y lo que otros sugieren, que se mantenga la actual política por tiempo indefinido, fueron sin embargo más concretas, y sonaron a un anticipo del recorte que puede implementar la entidad en la reunión que mantendrá los días 21 y 22 de septiembre.
Los mercados, sin embargo, reaccionaron con un castigo al dólar. Las acciones de Wall Street volvieron a crecer en su mayoría, y se perfilan al alza para este lunes. La caída de la moneda norteamericana se hizo más tangible ante el euro, el dólar australiano y, sobre todo -y como viene sucediendo en los últimos tiempos- ante el dólar canadiense. El yen apenas si cambió de dirección, y el oro se vio ampliamente beneficiado por los anuncios de Powell.
Este estado de cosas no parece tener mucho sustento. La semana que se inicia viene con una agenda cargada, que incluye datos clave como los ISM de manufacturas y servicios, los datos de empleo privados de ADP, y las nóminas de empleo no agrícolas del Departamento de Trabajo.
Respecto a los datos del mercado laboral, se espera una baja importante en la creación de trabajo en el mes de agosto, tanto en el sector privado como en las nóminas generales. Pero en lo que respecta a la medición de servicios, a cargo de ISM, podría superar los 62 puntos, una marca que le cuesta superar, pero que se ubica en los mejores guarismos de los últimos años.
Claro que, además de la agenda de informes, la evolución de la pandemia estará en el foco de atención de los mercados. La variante delta arrasa el sur de Estados Unidos, en especial en Florida, y esto preocupa de cara a la salida total de la crisis económica a futuro.
Por otro lado, si bien no ha tenido un especial peso en los mercados, las consecuencias del desordenado retiro de tropas de Estados Unidos de Afganistán, donde se produjeron varios atentados y víctimas de ambos países, abre interrogantes en la política estadounidense. Voces de la oposición republicana, pero también del oficialismo demócrata, se alzaron en las últimas horas para protestar contra las medidas del presidente Biden, quien se mostró abatido la semana pasada al hablar de esta cuestión. No se espera una crisis bursátil por este motivo, ni mucho menos, pero sí puede tener consecuencias a futuro, si el gobierno no logra revertir rápidamente la débil imagen que dejó, cuando, aunque es aún prematuro, comienzan a verse de lejos las elecciones legislativas de 2022.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.
Adrián Aquaro
Trader College