Las acciones del fabricante de vehículos eléctricos Tesla están recuperando fuelle nuevamente. Después de caer desde los máximos históricos intradía registrados el 25 de enero en 900,40 dólares, las acciones de Tesla han subido un 17% durante los últimos tres meses, superando la actuación del índice de referencia NASDAQ 100.
La mayor pregunta que los alcistas de Tesla se hacen ahora es: además de las ganancias actuales, ¿pueden reconquistar las acciones del fabricante de vehículos eléctricos los máximos históricos de 900 dólares este año?
Dada la naturaleza altamente volátil de estas acciones, es difícil predecir si el actual repunte de Tesla tiene recorrido. Pero es importante tener en cuenta que sus perspectivas de ventas de coches son más inciertas que hace un año.
En primer lugar, la escasez mundial de chips sigue poniendo en duda los ambiciosos objetivos de ventas de Tesla para 2021. Elon Musk, director ejecutivo de Tesla, ha destacado los retos derivados de la imprevisibilidad de los suministros de chips y los problemas que espera a la hora de impulsar la producción en las dos nuevas fábricas de Austin (Texas) y Berlín, a finales de este año.
Tesla ha vuelto a retrasar la entrega de su camión semirremolque, que ya lleva dos años de retraso. Los primeros camiones de este tipo están ahora programados para 2022. La empresa atribuye el retraso a los problemas de la cadena de suministro y a la escasez de celdas de batería, así como a que la dirección intenta centrarse en la puesta en marcha de nuevas fábricas. Los planes de la empresa para su primera camioneta, que se esperaba que llegara a los clientes este mismo año, también se están viendo afectados por problemas de escasez de piezas.
Esto es lo que Musk dijo a los analistas el mes pasado:
«Aunque estamos fabricando coches a toda velocidad, la situación de escasez de chips a escala mundial sigue siendo bastante grave. Durante el resto de este año, nuestro ritmo de crecimiento vendrá determinado por la parte más lenta de nuestra cadena de suministro».
Investigación regulatoria
Además de los riesgos para las previsiones del mercado en cuanto a los beneficios en este año fiscal, Tesla se enfrenta a una investigación regulatoria que podría dar lugar a una retirada masiva.
Estados Unidos abrió una investigación formal sobre el sistema de piloto automático Autopilot de Tesla la semana pasada después de casi una docena de colisiones que involucraron a vehículos de primeros auxilios. En los últimos siete años, Tesla ha cobrado a sus clientes miles de dólares por esta función.
La investigación de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) abarca unos 765.000 vehículos Tesla Model Y, X, S y 3 a partir del año de fabricación 2014. El organismo regulador —que tiene la potestad de considerar defectuosos los coches y ordenar su retirada— dijo que había iniciado la investigación tras 11 accidentes que causaron 17 heridos y una víctima mortal.
Bloomberg informa de que Tesla ha sido criticada durante años por etiquetar el sistema de forma potencialmente engañosa. Desde finales de 2016, ha comercializado esta característica de nivel superior como “capacidad de autoconducción completa”. En realidad, Autopilot es un sistema de asistencia al conductor que mantiene la velocidad de los vehículos y los mantiene centrados en los carriles cuando está activado, aunque se supone que el conductor debe supervisar la conducción en todo momento.
Tesla vende ahora ese paquete de funciones —a menudo denominado FSD— por 10.000 dólares o 199 dólares al mes.
Después de que la NHTSA pusiera en marcha la investigación, dos senadores demócratas pidieron a la Comisión Federal de Comercio que también investigara a Tesla por la publicidad de la compañía sobre su tecnología Autopilot y FSD.
En una carta enviada el pasado miércoles, el senador Richard Blumenthal, de Connecticut, y el senador Ed Markey, de Massachusetts, pidieron a la presidenta de la FTC, Lina Khan, que examine si Tesla utilizó «prácticas potencialmente engañosas y desleales» en su comercialización de esas tecnologías.
«Nos tememos que las funciones Autopilot y FSD de Tesla no son tan maduras y fiables como la compañía anuncia al público», escribieron, señalando los comentarios de Musk, así como un vídeo de YouTube de 2019 titulado «Full Self-Driving» (autoconducción total) que tiene un enlace a la web de Tesla.
Destacar estos riesgos y cómo podrían afectar al precio actual de las acciones de Tesla, sin embargo, no debe desviarnos del hecho de que hay muchos analistas que siguen siendo alcistas en Tesla. Piper Sandler reiteró este mes su calificación de sobreponderadas para las acciones y su precio objetivo de 1.200 dólares.
En una nota, los analistas Alexander Potter y Winnie Dong dijeron:
«En resumen: Nos siguen gustando mucho estas acciones. Tesla sigue siendo la fuerza impulsora de una mayor penetración [de los vehículos eléctricos de batería] a nivel mundial.»
Conclusión
Es difícil predecir el futuro rumbo de las acciones de Tesla, dado el enorme interés especulativo que despierta este nombre. Pero los últimos acontecimientos demuestran que será bastante difícil para el fabricante de vehículos eléctricos superar las expectativas en este difícil entorno de fabricación.
Los inversores deberían operar con precaución con estas acciones.
Haris Anwar/Investing.com
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