La sesión del miércoles dejó como saldo una baja moderada del dólar en varios frentes, aunque no en todos: tanto el franco suizo, como el yen y la onza de oro, los típicos activos de refugio, se vieron afectados por una búsqueda constante de riesgo.
Esta búsqueda llevó a las acciones líderes, en especial al conjunto que componen el S&P 500, a máximos de varios años e incluso a máximos históricos, a los cuales llegó también el selectivo. El alza de las acciones responde, una vez más, a la presunción de que finalmente la Fed dejará sin efecto sus tímidas advertencias de “guardar las herramientas”, es decir, comenzar a recortar los fondos que coloca a razón de 120 mil millones de dólares por mes, para otra oportunidad.
Claro, si esto sucederá o no lo tendremos algo (no del todo) más claro el viernes, cuando el presidente del Banco Central, Jerome Powell, comience su discurso en el Simposio de Jackson Hole. El evento comienza este jueves, con una serie de presentaciones importantes, pero de menor rango que el discurso del funcionario, y no generarán impactos fuertes en los precios del dólar. Esto queda reservado para el viernes, cuando hable Powell.
Mientras ese momento llega, las acciones siguen de fiesta, y el dólar no encuentra la forma de encaminar un alza más significativa que la que logró hasta el lunes. Es verdad que ganó mucho en poco tiempo, en especial ante el euro, la libra y el dólar canadiense, y esta pausa que se toma le sirve para volver a tomar impulso. ¿Será Powell el que ponga en vigencia, otra vez, la premisa de que hay que “comprar con el rumor y vender con la noticia”? Puede que sí.
La búsqueda de riesgo no suele durar mucho, como tampoco el comportamiento dispar del dólar. El alza del euro, la libra esterlina, el Aussie australiano y el Loonie canadiense no tienen mucho sustento si, por ejemplo, el yen se retrae con la fuerza que lo hace, y el franco no sigue los pasos del euro. Se trata de una situación que si bien no es excepcional, tiene corta duración, y pone de manifiesto que los mercados estiran hasta último momentos sus ganancias, antes de iniciar una corrección, cuyo alcance dependerá en buena parte de lo que decida la Fed desde ahora.
Como para que los mercados vayan calentando motores, la agenda de este jueves incluye dos datos de importancia: las habituales peticiones semanales de subsidio por desempleo, que lentamente van dejando de ser impactantes en los precios, sencillamente porque, también de a poco, van retomando su ritmo anterior a la pandemia, aun cuando la cifra semanal está bastante lejos de ser igualada; también se conocerá el PBI revisado del segundo trimestre. Se trata de la segunda cifra correspondiente al segundo período de 2021, que ajusta la medición avanzada conocida 30 días atrás. Su efecto en los precios suele ser menor, salvo que se produzcan diferencias muy relevantes en los pronósticos y lo publicado. Se espera un crecimiento del 6.7% interanual, frente al 6.5% de la medición anterior, cifras que en tiempos normales serían excepcionalmente buenas, y que ahora pasan a ser normales. Todo cambiará el año próximo.
Nos espera entonces una sesión de jueves intensa, con movimientos de baja monta, y con un dólar que, salvo excepciones, no tiene mucho para festejar. Si se guarda la euforia para el viernes lo sabremos en poco más de 24 horas.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.
Adrián Aquaro
Trader College