La publicación de las cifras de empleo de julio fue determinante el viernes, para volcar la balanza del mercado de divisas a favor del dólar. La moneda estadounidense se fortaleció en buena forma luego de que el reporte del Departamento de Trabajo mostrara la creación de 943 mil nóminas en julio pero, más que eso, la baja de la tasa de desempleo, del 5.9% al 5.4%, un nivel que, aún lejos de los niveles anteriores a la pandemia, muestra una óptima recuperación del mercado laboral.
Con los datos de Europa estables, y sin sorpresas, y con los de Reino Unido sin cambios relevantes, el alza del dólar era inevitable. Así, el euro cayó fuerte, para cerrar en la zona de 1.1750 la semana, con una perspectiva claramente bajista para esta semana. La libra esterlina, en tanto, abandonó la zona de 1.3900, aunque una baja adicional no aparece tan clara en el horizonte. Si bien se alejó de sus máximos de la semana anterior, la presentación de política monetaria del Banco de Inglaterra, que dejó entrever un recorte de los planes de estímulo vigentes para el próximo año, limitó la caída de la libra.
La bolsa de Nueva York no sufrió esta vez los muy buenos datos de empleo, y presentó un comportamiento en línea con los mismos. La paradoja de que a la bolsa le va mal cuando a la economía le va bien no encontró lugar con los datos de empleo mencionados, y los índices volvieron a visitar máximos históricos, en una costumbre que por ahora no parece que vaya a cambiar,
Pero comienza una nueva semana, y la clave de la misma estará en la medición de la inflación minorista. Los datos se conocerán el miércoles, y hay un pronóstico dividido al respecto. Muchos concuerdan con la Fed en que la inflación muy por encima de las metas del banco central, del 2% anual a largo plazo, se trata de algo transitorio que va a ir cediendo en la medida que la ola de consumo se vaya aplanando. Pero pasa el tiempo, y están quienes creen que aunque se trate de un fenómeno que lentamente irá cediendo, la situación actual no es sostenible, y la Fed debe recortar los planes de compra de bonos.
Como sea, la inflación de julio estará por encima del 5% en términos interanuales, y si se suma que los datos de empleo reflejan una fuerte recuperación del mercado laboral, la Fed no podrá hacerse la distraída. Esta vez, podríamos decir incluso que la inflación supera en impacto a los datos de empleo. De allí la importancia de seguir de cerca esta medición.
Este lunes luce, como siempre después de los informes de empleo, como un día más tranquilo. No esperamos cambios de tendencia relevantes, y el dólar mantendrá su actual tono alcista en todos los frentes.
El euro no tiene incentivos para recuperarse mucho más allá de 1.1890, y la libra esterlina podría ensayar una recuperación a la zona de 1.3930 antes de volver a ceder. Al cabo, la libra tiene un aspecto mucho más sólido que el euro en estas horas.
Habrá que seguir de cerca a la onza de oro. El metal precioso se desplomó a primera hora del lunes, luego de los datos de empleo, para llegar a sus mínimos anuales, y solo la superación de 1790 dólares, lejos de los niveles actuales, podría devolverle algo de brillo.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.
Adrián Aquaro
Trader College