Todo lo que está aconteciendo en la Bolsa de China y el derrumbe literal de algunas compañías tiene su razón de ser, no obedece al arbitrio ni a misterios ocultos.
La principal causa hay que buscarla en el gobierno de China y su afán de aumentar sustancialmente toda la regulación de algunos sectores, entre otros la educación privada, el inmobiliario, la sanidad y otros que están en el punto de mira como los videojuegos.
Pero viene ya de atrás. Primero asistimos a un mayor control y seguimiento de las grandes empresas de tecnología (impusieron una fuerte sanción a Alibaba por incumplir las leyes antimonopolio). Después que si estaban preparando una ley para prohibir las salidas a bolsa de sus compañías en Wall Street. Y finalmente la prohibición de que determinadas compañías privadas del sector educación puedan obtener beneficios.
Y es que el sentimiento intervencionista de Pekín vuelve a hacer acto de presencia, de hecho dio un paso relevante con las empresas de tecnología del país, sobre todo con aquellas que cotizan fuera de sus fronteras.
Uno de los argumentos esgrimidos por el Gobierno para llevar a cabo todo esto es el de querer “atar en corto” a determinadas empresas privadas que responsabiliza de la gran desigualdad que reina en el gigante asiático.
Pero seguramente lo que busca China es “apostar” por las compañías tecnológicas locales (tipo Huawei) y que digamos son serias, dejando a su suerte a las otras que según el Gobierno tienen cierto aire capitalista y únicamente buscan entretener. Sí, el Gobierno tiene muy claro que sólo hay que apostar por aquellas compañías tecnológicas que aportan valor al país y a la sociedad, y no las que sólo piensan en ganar dinero para sí mismas entreteniendo a la juventud, cosa que no sirve de nada.
Por supuesto le vino bien el artículo publicado en Economic Information Daily en el que se argumenta que ningún sector ha de destruir a una generación y que entre los menores de edad que utilizan internet, un 62,5% está muchas horas al día con juegos online, con las consecuencias que ello depara (mal descanso nocturno, bajo rendimiento académico, problemas de vista, etc).
Claro, este ánimo regulatorio no ha calado precisamente muy bien entre los inversores, más que nada porque se temen que sea solo el principio, la punta del iceberg y que poco a poco se vaya extendiendo a otros sectores.
Pero hubo otro hecho no menos importante que contribuyó decisivamente al descalabro bursátil: los fondos y los hedge funds internacionales estaban liquidando activos de China debido a un rumor de que Estados Unidos podría limitar las inversiones en China y en Hong Kong.
Buena prueba de que los mercados están acusando con fuerza todo lo sucedido es que el MSCI Emerging ya está en pérdidas en 2021 cayendo desde sus máximos de este año casi un -15% lastrado por la Bolsa de China que recordemos tiene un peso en ese índice sobre el 37%.
En el primer gráfico podemos ver el MSCI Emerging, índice representativo de 23 países emergentes y el mayor peso lo tiene China 37%, Taiwán 13,5%, Corea 13%, India 10%, Brasil 5%.
En el segundo gráfico tenemos la Bolsa de China, el índice CSI 300 el cual desde que tocó en febrero de este año la resistencia que se formó en 2007 no ha hecho otra cosa más que caer.
Centrándonos ahora en las empresas afectadas. La debacle incidió de lleno en New Oriental Education And Tech Inc, Koolearn Technology Holding Limited, China Maple Leaf Educational Systems Ltd, Meituan, Alibaba, Tencent, NetEase, XD Plastics Company Limited, CME Group Bhd y Yoozoo Interactive.
El caso de Tencent representa muy bien la preocupación de los inversores por la posibilidad de que el sector de los juegos online pase a estar fuertemente intervenido y regulado también. El pasado año el 48% de sus ingresos venía del sector de videojuegos y redes sociales En lo que va de año sus acciones caen un -20,21%, pero en los últimos 5 años sube un +147,45% y desde su debut en Bolsa se revaloriza nada más y nada menos que un +56.295%.
En el gráfico podemos ver cómo ha perdido su soporte y ello contribuyó decisivamente a ver más caídas.
Pero también otras compañías internacionales tienen los ojos puestos en China debido a su exposición a ese mercado. Por un lado tenemos el sector de semiconductores con valores como AMS, Siltronic y Dialog. Otro sector sería el de las materias primas con empresas como Acerinox, Glencore, Rio Tinto, ArcelorMittal. A ello sumemos Prosus, Ubisoft o Electronics Arts.
Y si hablamos de Bolsas europeas, las que tienen una mayor exposición en el país chino son el Dax germano y el FTSE 100 británico, en ninguno de los casos supera el 10%, incluso Wall Street no alcanza el 8%.
¿Y ahora qué? ¿Momento de comprar aprovechando las caídas? La mejor opción sería tener calma y paciencia, más que nada porque todo este controvertido tema no se va a terminar en el corto plazo y seguramente haya que esperar como mínimo hasta marzo-mayo sin descartar que nos plantemos cerca del próximo verano.
Ismael De La Cruz/Investing.com
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