La Reserva Federal dejó sin cambios su tasa de interés, en un rango de entre 0 y 0.25%, al igual que su plan mensual de compras de bonos. Las medidas eran ampliamente esperadas por los mercados, que sin embargo observaron alguna sorpresa ante el cambio de tono del comunicado oficial, como el del discurso del presidente de la entidad, Jerome Powell, al cabo de la reunión.
Después de que en la reunión anterior Powell afirmara que ni siquiera consideraba la posibilidad de recortar fondos (mucho menos de aumentar la tasa de interés), el 5% de inflación interanual de mayo parece haber llamado a la reflexión a los oficiales del Comité de Política Monetaria (FOMC), que comenzaron al menos a discutir la chance de un aumento hacia fines de 2022 o inicio de 2023.
Estas conversaciones no pasan, en los hechos, de una cuestión protocolar. Era inevitable que el Comité mencionara la cuestión, después de los datos de inflación mencionados. Pero encontró un camino intermedio entre quedarse de brazos cruzados como hasta ahora -finalmente, nada ha cambiado- y el asustar excesivamente a los mercados, aludiendo a un plazo de casi 18 meses, una enormidad de tiempo que por un lado parece dejar a los funcionarios como visionarios, y en la realidad quedan como lo que realmente son: ejecutivos acomodaticios, que buscan quedar en paz con todas las partes. Salvo con los consumidores, claro está, que comienzan a sufrir en carne propia los efectos de la inflación. Y dado que si no hay recortes -y no los habrá por un buen tiempo- tampoco hay motivos para pensar en una baja del costo de vida.
El dólar se fortaleció, al menos momentáneamente, ante las monedas principales. Para los que esperan un alza profunda del billete, la recomendación es no festejar antes de tiempo. No hay muchas causas para que esto se mantenga por más de unos pocos días, porque los cambios mencionados de la Fed, si llegaran a producirse, tardarán en el mejor de los casos varios meses. ¿por qué motivo entonces el euro debería desplomarse? ¿Acaso ha cambiado algo que genere que la onza de oro se mantenga debajo de los 1900 dólares por mucho más tiempo? Si la bolsa seguirá recibiendo dólares fáciles ¿a qué obedecería una baja de proporciones en Wall Street? En nuestra opinión, demasiadas horas está durando esta primavera del dólar.
Lo que viene son dos días distintos. Es probable que este jueves todavía se vean algunas turbulencias derivadas del comunicado del miércoles. Pero la tormenta amainará con el paso de las horas, y los mercados encontrarán, en la gran alfombra verde que le tiende la Fed con su discurso de ocasión, y un gobierno que busca salvar el presente hipotecando el futuro, el motivo para recuperarse con buen ritmo. Diríamos que es hasta saludable la corrección modesta que sufrieron en los últimos días, aún cuando le pueda quedar algún punto adicional por ceder.
Las peticiones semanales de subsidio por desempleo serán las que marquen el ritmo en el inicio de la sesión americana de este jueves. Se espera que hayan caído nuevamente a mínimos desde el inicio de la pandemia, lo cual sería auspicioso.
Por lo demás, el dólar no tiene mucho más por ganar, al menos por ahora. Su ímpetu de las últimas 24 horas parece haberlo dejado exhausto.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.
Adrián Aquaro
Trader College