Mala semana para las Bolsas en general. En Europa cayó el mercado británico (-1,21%), el suizo (-0,47%), el francés (-0,01%), el Euro Stoxx 50 (-0,42%) y en el resto del mundo igual, con el mercado japonés (-4,34%) y el norteamericano con el S&P 500 (-1,39%), el Dow Jones (-1,14%) y el Nasdaq (-2,34%).
El Ibex 35 fue el mejor en la semana subiendo un 0,95% y es su 5ª semana seguida en verde. El sector bancario tiene un gran peso en el selectivo español (en torno a un 24-25%) y en el 2020 le supuso toda una losa, pero en lo que llevamos de 2021 es al contrario, los bancos están a subiendo con fuerza y eso ayuda al Ibex. Las dos razones del auge bancario son la vuelta al dividendo y unos buenos resultados trimestrales que batieron todas las previsiones.
Ha pasado de ser el peor mercado europeo en 2021 a colocarse en el segundo lugar con una subida de 13,28% por detrás del Cac francés que sube un 15,02%. Le siguen el Euro Stoxx 50 con 13,08%, el Dax con un 12,38%, el FTSE MIB con 11,39% y el FTSE 100 con 9,03%. En Wall Street números muy dispares con el S&P 500 subiendo 11,12%, el Dow Jones 12,34% y el Nasdaq 4,20%.
Los 5 mejores valores del Ibex en la semana fueron Banco Sabadell (11,35%), Almirall (10,93%), CaixaBank (5,61%), Amadeus (4,47%) y BBVA (4,28%). Los 5 peores fueron Siemens Gamesa (-6,32%), ACS (-6,13%), IAG (-6,10%), Cellnex (-4,55%) y Meliá (-4%).
Asia tampoco escapó de una semana complicada, el índice MSCI de Asia&Pacífico cayó un -3,2% y va camino de su peor mes desde marzo del año pasado. Y es que el empeoramiento del coronavirus en India, Japón y Taiwán se traduce un incremento de contagios y fallecidos que llevan a imponer medidas restrictivas de movimientos, entre otras razones porque el proceso de vacunación va demasiado lento.
El sentimiento de los inversores (AAII) queda de la siguiente manera:
– El sentimiento alcista (expectativas de que las acciones subirán en los próximos seis meses) cayó 7,8 puntos hasta el 36,5% y está por debajo de su media histórica del 38,% y es la primera vez que sucede esto en 14 semanas.
– El sentimiento bajista (expectativas de que las acciones caerán en los próximos seis meses) subió 3,8 puntos hasta el 27% pero todavía se mantiene por debajo de su media histórica del 30,5% por decimocuarta vez este año.
Pero el detonante de que en Europa y en Estados Unidos los mercados no lo pasasen bien fue cuando el pasado miércoles se conoció el dato de IPC de EE.UU que aumentó un 4,2% interanual en abril, es decir, el mayor incremento desde el año 2008 (veníamos de un 2,6% en marzo y la previsión era de un 3,6%). La reacción en Wall Street no se hizo esperar, el S&P 500 había caído hasta un 4% desde su último récord del 7 de mayo, recuperó más de la mitad de las pérdidas el jueves y el viernes pero cerró la semana con -1,39%. Por su parte, el Nasdaq cayó un 2,6% el miércoles (un -7,4% desde su récord de abril) y luego recuperó un 3% en los dos últimos días de la semana.
¿Y qué significa todo esto? Pues que primero se reacciona en caliente y luego, en frío con más calma, se analizan los hechos mejor y se compensa. Es todo un clásico en los mercados y en ésta ocasión no iba a ser diferente, como finalmente sucedió.
1ª Fase Acción-reacción: al conocerse el dato del IPC surgió el temor de una mayor previsión inflacionista de lo esperado y el miedo de que la Reserva Federal tuviese que finalizar sus medidas antes de tiempo. Por tanto, las ventas se impusieron a las compras y las Bolsas cayeron sin remisión.
2ª Fase Análisis en frío: pese a lo elevado que fue la cifra del IPC, la propia Reserva Federal tuvo que salir al paso para ratificar y confirmar que mantendrá vigente sus medidas y que antes de que las revierta tiene que pasar un buen tiempo todavía (un tiempo prolongado dijo). Tras esto, los inversores aprovecharon los recortes para comprar aprecios más bajos.
Mi opinión sigue siendo clara al respecto: lo más normal es que a lo largo de los próximos meses veamos crecer la inflación, pero es prematuro hablar de reducir el apoyo de la Fed, ya que no va a cambiar su estrategia, seguirá comprando activos y ya en 2022 podríamos asistir a una reducción progresiva del volumen de compras y respecto a los tipos de interés no los tocará antes del 2023 bien entrado el año, probablemente a lo largo del segundo semestre (en el peor de los casos sería en 2022).
Un apunte que conviene destacar es el anuncio de las compañías norteamericanas de planes récord de recompras de acciones para premiar a sus accionistas (por valor de 484.000 millones de dólares) en los primeros cuatro meses del año, una cuantía no vista en los últimos 20 años. Esto se debe a que aumenta la confianza de las propias compañías en cuanto a sus previsiones y perspectivas.
Mire el siguiente gráfico de LPL Research.
La línea verde es desde marzo del 2009 y la línea azul es desde marzo del 2020. De momento es un calco perfecto y tras una fuerte subida en ambos casos ahora tocaba caer.
Ismael De La Cruz/Investing.com
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