Los mercados viven en estas horas un clima de temor generalizado, ante la escalada bélica entre Israel y Palestina, que se agravó en las últimas horas, poniendo en peligro el siempre frágil equilibrio en la región. El martes, con el paso de las horas, y a medida que iban llegando noticias desde la zona afectada, la bolsa de Nueva York observó una baja considerable, que se acercó a los 1000 puntos en los futuros del índice Dow Jones, luego de superar los 35.000 puntos apenas 48 horas antes.
Pero al margen de esta cuestión, que en realidad preocupa a la comunidad internacional, la inminente publicación de los datos de inflación de Estados Unidos de abril tiene a los mercados en vilo. Al respecto, se espera que la inflación general haya superado el 3.2% en términos interanuales, en tanto la medición que excluye alimentos y energía podría quedar en el 2.3%. Se trata de cifras muy superiores a lo habitual, que exceden largamente las de marzo (2.6 y 1.6% respectivamente) y también las de las metas de la Fed que, al decir de su presidente, Jerome Powell, se encuentran apenas por encima del 2%.
Si estas mediciones se confirman, el banco central se verá obligado, en algún momento cercano, a elevar la tasa de interés, o al menos a dejar de colocar fondos por 120 mil millones de dólares mensuales. Sobre estos particulares los miembros de la Fed parecen aglutinados en una postura en común, con los miembros del FOMC expresando que la inflación por encima de las metas es solo transitoria, y que con el paso del tiempo volverá a los niveles normales. Pero la semana pasada, la secretaria del Tesoro, y extitular de la Fed, Janet Yellen, habló de elevar la tasa de interés a modo de prevención, algo de lo cual se desdijo, en un episodio bastante extraño para una funcionaria de su nivel y experiencia.
Lo cierto es que los mercados no creen demasiado en lo que dicen los oficiales del FOMC, y esperan que el banco central tome medidas en los próximos tiempos. Y dado que es muy evidente que el rally de las acciones, que llegan a máximos históricos día a día, es claramente impulsado por liquidez y no por la salud de las empresas, cualquier decisión que implique menos fondos desplomará a la bolsa, y le dará impulso al dólar.
Mientras esto sucede, el euro se ubica bien posicionado de cara a la sesión americana, pese a la baja que sufrió en las últimas horas. Europa comienza a ponerse a tono con Estados Unidos en materia de vacunación, y bajan los casos de contagio del virus que azota al mundo desde poco más de un año atrás. En algunos países ha sido terminado el período de emergencia sanitaria, y esto alienta a la moneda única en estos momentos. De todas formas, para aspirar a nuevas ganancias, el euro deberá superar 1.2180, los máximos relevantes anteriores, en cuyo caso la zona de 1.2230 será el objetivo a seguir.
La libra esterlina, en tanto, se mueve con tendencia alcista por encima de 1.4100, lejos aún de 1.4165, la zona de los máximos del martes, que deberá superar para apuntar a 1.4200 en la sesión de la fecha. Por su parte, el yen se mantiene sin cambios, algo inusual ante los incidentes en Medio Oriente, que suele disparar a la moneda única. El oro tampoco da muestras de fortaleza, luego de su gran rally de 75 dólares de la última semana y este lunes.
El petróleo sí crece ante esta circunstancia, y le da impulso al dólar canadiense, que no quiebra su propio máximo de casi 4 años en 1.2060, pero tampoco cae de 1.2100 con claridad. En las próximas horas el Loonie puede tener novedades importantes.
Con este panorama se inicia una sesión americana muy importante, con marcados movimientos en todos los frentes, y con un final abierto, que en principio parece favorecer al dólar.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el jueves.
Adrián Aquaro
Trader College