Cuando el gigante chino del comercio electrónico Alibaba publique sus resultados fiscales del cuarto trimestre el jueves, los inversores estarán interesados en saber cómo cree la compañía que saldrá su negocio tras la represión de la nación asiática sobre sus prácticas antimonopolio.
Los reguladores chinos asestaron el mes pasado a Alibaba una multa récord de 2.800 millones de dólares por abusar de su posición dominante sobre rivales y comerciantes en sus plataformas de comercio electrónico. Como parte de la sanción, los reguladores exigieron que Alibaba llevara a cabo una renovación integral de sus operaciones y presentara un «informe de cumplimiento de autoexamen» en los próximos tres años. La multa de 18.200 millones de yuanes equivale al 4% de las ventas anuales nacionales de la compañía en 2019.
Sin embargo, el resultado de la investigación de seis meses contra el imperio del comercio electrónico, fundado por Jack Ma, fue menos grave de lo que muchos habían temido. Durante la investigación, las acciones de Alibaba se vieron sometidas a una gran presión de venta, perdiendo alrededor del 30% de su valor desde entonces. Las acciones de la compañía cerraron la jornada de ayer en Estados Unidos en 219,53 dólares.
Pero ese episodio bajista continúa incluso cuando los ejecutivos de la compañía tratan de poner el asunto en el espejo retrovisor y centrarse en la recuperación tras la pandemia. Una de las razones de esta tibia reacción de los inversores es que la multa vino con una lista de «rectificaciones» para algunas de sus prácticas comerciales, como restringir la práctica de obligar a los comerciantes a elegir entre Alibaba o una plataforma competidora.
Lina Choi, vicepresidenta sénior de Moody’s Investors Service, dijo en una nota el mes pasado:
«Las medidas correctivas necesarias probablemente limitarán el crecimiento de los ingresos de Alibaba, ya que limitarán la expansión de su cuota de mercado. Las inversiones para retener a los comerciantes y actualizar los productos y servicios también reducirán sus márgenes de beneficio».
Estas medidas, de aplicarse, podrían lastrar los márgenes de Alibaba, especialmente cuando la compañía se enfrenta a rivales resurgentes como JD.com y Pinduoduo. Morgan Stanley estimó que la unidad de compra de grupos comunitarios de Alibaba, una forma popular de vender comestibles online, incurriría en pérdidas hasta el año fiscal que termina en marzo de 2025. Las fusiones y adquisiciones probablemente se verán sometidas a un mayor escrutinio también en el futuro.
A pesar de las incertidumbres derivadas de las acciones antimonopolio de China, Alibaba sigue siendo la plataforma dominante en la segunda economía del mundo. En 2020, la base de usuarios activos de Alibaba se expandió un 10% hasta alcanzar los 779 millones de usuarios. Es probable que ese espacio de crecimiento continúe en el entorno postpandemia a medida que la recuperación económica de China gane impulso, ayudado por su enorme mercado consumidor.
Junto con su negocio principal de comercio electrónico, el negocio de computación en la nube de Alibaba se está expandiendo rápidamente. El trimestre pasado fue rentable por primera vez. La unidad es actualmente líder en China, con una cuota de mercado del 40%.
En conclusión
El gigante chino del comercio electrónico ha evitado el peor resultado que podría haberse dado tras la represión antimonopolio del régimen: su desmantelamiento. Aun así, los inversores no están dispuestos a apostar mucho por el futuro del gigante, especialmente cuando implica poner fin a sus muchas prácticas monopolísticas que podrían mermar el potencial de crecimiento futuro de la plataforma. La presentación de resultados de esta semana podrían proporcionar cierta claridad sobre cómo cree la compañía que se perfilan sus perspectivas.
Haris Anwar/Investing.com
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