¿Qué hacer con Telefónica? Esta es la pregunta que me hizo hoy un cliente y le contesté alto y claro (en tono jocoso claro) “comérsela con papas amigo”, porque para vender no están, aunque su gráfico da una impresión bajista que tira para atrás desde su climax en el año 2000 lleva dos décadas completas haciendo mínimos y bajo directrices bajistas que se han acelerado en el tiempo. Y espero acabado porque si hay otro mínimo superior al del año pasado ya no es para tener miedo sino terror.
En este gráfico sin ajuste de dividendo, dado que con él parece lo que no es, nos encontramos a la dueña del Ibex en otros tiempos -donde Villalonga encendía puros con billetes de 500 euros y compraba de todo por el mundo a lo que fuera- se puede constatar que Telefónica se ha ido rumbo a la nada y hasta la han sacado del Euro Stoxx; ahora es la décima del Ibex-35 incluso.
No voy a decir más de lo que ustedes saben. Su estructura interna sigue bajista porque a cada mínimo de macd desde la crisis subprime le corresponde un nivel inferior de precio y hasta que no cambie la cadencia seguirá tocada para unos hundida para otros, según quien la mire.
Hoy la vemos en semanal con una divergencia alcista en el fondo del gráfico pero claro todo sus soportes anteriores de precio quedan a dos dígitos altos incluso tres. Y todo porque pasó de ejercer de monopolio a entrar en el libre mercado. Cuando bajó a tierra y no se daba de comer solomillo a las mascotas de los directivos se encontró con la dura realidad y hoy las pequeñas operadoras les han “limpiado” buena parte de sus clientes. Ojo, es un mal que también padece Vodafone y Orange.
¿Por qué? Sencillo, no se adaptaron a los cambios de los nuevos tiempos y se quedaron fuera de los grandes negocios que ha generado internet, la tecnología de la comunicación y la big data. Solución, la de siempre, gente a la calle y comprar a golpe de talonario empresas que tenían que haber sido creadas por ellas hace lustros; los buenos jugadores o los fabricas en la cantera del club o tienes que ficharlo por un porrón de dinero.
Conclusión: neutrales en Telefónica con perspectiva de suelo definitivo. Por lo tanto sería una compra para el medio largo plazo con una cantidad módica, y el que la tenga que la mantenga. No es venta, ya no se debería salir de Telefónica salvo que se tenga el convencimiento y el conocimiento privilegiado de su seguro fracaso empresarial final que hasta se pueda llegar a temer por su integridad mercantil y esto nos parece mucho exagerar porque si nos ponemos así desde luego habría que suprimir muchas empresas de todo tipo de selectivos nacionales y sectoriales.
Fuente: Bolsacanaria