Los datos de inflación de marzo en Estados Unidos dejaron varias lecturas. Sin embargo, la lectura “oficial” si se puede hablar en esos términos, le dio alivio a los mercados. La medición anual excluyendo alimentos y energía dio 1.6%, es decir, lejos del 2% que busca la Fed como meta. Pero hay otra medición, que sí incluye estas variables, que llegó al 2.6%, aun cuando se están contabilizando meses de deflación, como fueron abril, mayo y junio de 2020. Es claro que con los niveles de emisión actuales, y con la inflación que no dejará de crecer en los próximos meses, la Fed se verá obligada a actual de apuro a mediados de año. Pero por ahora nada de eso importa.
Ello explica la fiesta que vive Wall Street. Con precisión de relojería, los futuros de los tres índices bursátiles principales llegaron el martes a sendos máximos históricos, algo que ya ni siquiera parece ser noticia. Conviene revisar lo sucedido en los primeros meses de 2020, cuando esta situación se repetía semana tras semana. Huelga contar como terminó esa historia.
El dólar se vio debilitado por los datos de inflación. Aún cuando estos superaron las estimaciones, el hecho de que queden lejos del 2% impulsó a las monedas principales, con el euro que se acerca a 1.2000, la libra que ya superó 1.3800 a primera hora de la fecha, y el yen que hizo lo propio con la zona de 109.00, llegando a 108.78. Mientras promedia la sesión europea de este miércoles, todas las divisas comienzan a tomar beneficios de estos movimientos, pero mantienen una tendencia alcista muy marcada en el corto plazo.
También el oro apunta al alza, luego de llegar a 1749 dólares en su máximo diario. El precio actual del metal precioso, de 1743 dólares, lo mantiene expectante de cara a la sesión americana de este miércoles, y la superación de los máximos mencionados podría llevarlo a 1758 dólares, los máximos del jueves pasado. Respecto al petróleo (los futuros del WTI) superan también los 60 dólares, y podría alcanzar los 62 dólares durante las próximas horas.
La atención de los inversores está enfocada ahora en varios factores. Uno de ellos es la nueva preocupación que aparece ante la suspensión de la vacuna de una firma líder, ante los efectos negativos que tuvo en varios pacientes. En Estados Unidos, donde la vacunación marcha sin fisuras, el problema no es tan grave. En Europa, donde las vacunas no abundan precisamente, la cuestión toma especial relevancia. Por ahora, el euro no sufrió las consecuencias, y el humor de los inversores pasa por las acciones, que no dejan de crecer, e impulsan a la moneda única.
Lo que viene es una nueva presentación del presidente de la Fed, Jerome Powell, al mediodía del este. El funcionario se sentirá aliviado de ver los efectos de los datos de inflación, pero no le convendrá festejar a cuenta. Para que aparezcan los verdaderos datos de inflación, faltan unos pocos meses.
Se conocerá también el Libro Beige de la Fed, un compendio de la opinión de los gobernadores que componen el FOMC, y que anticipa la votación que tendrá lugar dentro de dos semanas.
La apertura de Wall Street, a las 9:30 del este, tendrá peso en los precios del dólar, tal como lo ha tenido en los últimos días. Al cabo, es la Bolsa de Nueva York la que en estos momentos lidera la marcha de los mercados.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el jueves.
Adrián Aquaro
Trader College