Las acciones de Advanced Micro Devices (AMD) han perdido parte de su brillo este año. Tras superar con creces a sus competidores en 2020, el fabricante de chips está pisando el freno.
Sus acciones han caído un 13% este año mientras que el índice de referencia Philadelphia Semiconductor Index ha subido un 6% durante el mismo período. Esta reversión está siendo interpretada por algunos inversores como una señal de que el repunte que ha impulsado las acciones de AMD los últimos cinco años más de un 3.000% ha seguido su curso.
En cuanto a los negocios, no hay puntos negativos en la AMD con sede en California. En enero, la compañía volvió a emitir previsiones optimistas, indicando que sigue ganando cuota de mercado aprovechando los retrasos en la producción de su principal rival, Intel.
En cuanto al trimestre actual, los ingresos ascenderán a unos 3.200 millones de dólares, 100 millones de dólares arriba o abajo, frente a las estimaciones promedio de los analistas que hablaban de 2.730 millones de dólares. De cara a 2021, la compañía proyectó un crecimiento de ventas del 37%, muy por encima de las expectativas de Wall Street.
En una entrevista con Bloomberg, Lisa Su, directora ejecutiva de AMD, afirmó que no se le ocurría ningún obstáculo que pudiera alterar la trayectoria de crecimiento del fabricante de chips:
«La demanda ha sido en general elevada en 2020 y ha superado nuestros planes. Todos nuestros negocios van a toda potencia».
Tras décadas detrás de Intel, el mayor fabricante de chips del mundo, AMD se ha puesto al día estos últimos años, ayudado por los avances de Taiwan Semiconductor Manufacturing, que fabrica chips en su nombre. Esa estrategia de externalización ayudó a AMD en un momento en que Intel sufría una serie de contratiempos de fabricación, quedándose atrás una y otra vez en la incorporación de nuevos chips.
Demasiado alto, demasiado rápido
Además de competir con Intel en procesadores para ordenadores personales y servidores, AMD también suministra chips gráficos que utilizan algunas de las empresas más grandes del mundo en sus consolas de videojuegos, incluyendo la Xbox de Microsoft y la PlayStation de Sony Corp. El mercado de los videojuegos estuvo en auge durante la pandemia, pues los niños pasaban la mayor parte del tiempo en casa.
A pesar de estas condiciones favorables del mercado, algunos analistas creen que las acciones de alto nivel de AMD necesitan un respiro, ya que la mayoría de las buenas noticias ya están reflejadas en su precio.
El analista de Wells Fargo Securities, Aaron Rakers, en una nota reciente rebajaba la calificación de AMD a un precio objetivo a 12 meses de 64 dólares, diciendo que las acciones han subido demasiado y demasiado rápido. En una nota a los clientes titulada «Time for a Breather» (“Hora de tomarse un respiro”), Rakers añadía que las valoraciones de AMD son demasiado elevadas y podrían no respaldar una enorme subida. Las acciones de AMD cotizan a unas 50 veces las ganancias de este año, 40 veces las ganancias del año que viene.
Otra tendencia que los inversores observan mientras operan con las acciones de AMD es la actuación de su rival Intel. En comparación con AMD, Intel ha subido más de un 25% este año, ya que la compañía prevé una fuerte demanda de ordenadores portátiles durante el primer semestre del año, y su nuevo director ejecutivo, Pat Gelsinger, se ha comprometido a recuperar la ventaja de la compañía en la fabricación de chips.
En conclusión
A pesar del reciente debilitamiento de las acciones de AMD, seguimos creyendo que el fabricante de chips repuntará y alcanzará a sus homólogos en las próximas semanas. Según el precio objetivo estimado por los analistas, las acciones de AMD podrían alcanzar los 103 dólares por acción en los próximos 12 meses, un potencial de subida del 27% con respecto al precio actual, ya que esperan que la compañía siga ganando cuota de mercado mientras Intel sigue luchando por traer nuevos productos al mercado.
Haris Anwar/Investing.com
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