Una gran noticia recibió el gobierno del presidente Biden el sábado por la noche, cuando el Senado local aprobó por un estrechísimo margen (50 a 49 votos) el plan de estímulo a la economía por 1.9 billones de dólares. Las negociaciones entre demócratas y republicanos se extendieron durante varias semanas, y si bien el proyecto vuelve a la Cámara de Representantes, por una serie de cambios que se produjeron en el texto original, se descuenta que será aprobado, y enviado para la firma final del propio Biden.
Para un gobierno del tinte del actual presidente, que cuenta entre sus filas con demócratas moderados y socialistas radicalizados, la noticia es inmejorable. Una montaña de dólares será inyectada en la economía local, lo cual puede provocar una ola de euforia en la bolsa de Nueva York, pero además puede mover el tablero de las divisas por un buen tiempo.
El escenario esperable, a partir de ahora, y con matices puntuales, es una caída del dólar, reflejada en un alza moderada del euro y la libra esterlina, alzas significativas en las materias primas, quitando presión al tipo de cambio en Latinoamérica, y ganancias significativas para el dólar australiano y el dólar neocelandés. A su vez, el petróleo, que llegó a su máximo de casi 2 años el viernes, podría acelerar un poco más su rally, beneficiando moderadamente al dólar canadiense. El oro encontrará, en tanto, una gran oportunidad de escaparse de los mínimos de 9 meses que alcanzó la semana pasada.
Claro que hay otro escenario, algo menos auspicioso, que vendrá en los próximos meses. Y es el rebrote inflacionario, inevitable, que traerá esta lluvia de dólares. Cuando en junio comiencen a desaparecer los guarismos de marzo, abril y mayo de 2020, otra será la historia. Pero mientras tanto, la moneda norteamericana no tendrá mucho para ofrecer.
La semana se inicia luego de un viernes que mostró un sorpresivo aumento del empleo en febrero. Casi 380 mil nuevos puestos de trabajo, y una reducción al 6.2% de la tasa de desempleo fueron los datos más importantes del mes hasta el momento, y seguramente harán pensar a la Fed sobre sus próximos pasos. Cabe acotar que el banco central se reunirá la semana próxima para definir su política monetaria, y tendrá bastante que debatir.
Esta semana, los anuncios de política monetaria del Banco de Canadá el miércoles, y del Banco Central Europeo, el jueves, serán los informes más importantes. A estos les seguirán los índices de inflación en Estados Unidos y los datos de empleo en Canadá. Una agenda nutrida, que mantendrá bien en alto la atención de los operadores.
La bolsa de Nueva York también tendrá nuevos desafíos. La gran liquidez, en principio, la favorece, y la cuestión de los rendimientos de los bonos probablemente quede a un lado. Al cabo, a mayor liquidez, mayor volumen, y los índices, muy probablemente, irán a visitar nuevos máximos históricos.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.
Adrián Aquaro
Trader College