El mayor enemigo de las acciones de crecimiento es la inflación. Estos días, al considerar el aumento del rendimiento de los bonos, parecería que la bestia está asomando la cabeza.
Las expectativas de más estímulo económico por parte de la Administración Biden y los positivos indicios sobre la contención del COVID-19 están impulsando los tipos a nivel mundial, y el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años de referencia registran máximos de un año en 1,39% en el momento de redactar estas líneas.
El aumento del rendimiento refleja en gran medida las expectativas de los inversores de una fuerte recuperación económica. Pero cuando eso sucede, también podría obligar a los bancos centrales a eliminar sus estímulos monetarios, convirtiendo las acciones en la opción de inversión menos favorable, especialmente las acciones tecnológicas de alto crecimiento.
Las mayores acciones tecnológicas estadounidenses, representadas por el grupo FAANG que incluye Facebook, Apple y Amazon son más vulnerables al aumento del rendimiento de los bonos tras su explosivo crecimiento durante la pandemia.
Ésa es la razón principal por la que estas acciones están cada vez más bajo presión, a medida que aumenta la evidencia de una fuerte recuperación económica en el segundo trimestre. El ETF Invesco QQQ Trust, que realiza un seguimiento del índice NASDAQ 100, cuyos principales participantes incluyen Apple, Microsoft y Amazon, ha superado la actuación del índice S&P 500 en las últimas semanas. El lunes se dejaba más de un 2% tras mantenerse plano durante un mes.
El impacto de la inflación potencial y los tipos de interés más altos sobre las acciones depende mucho de la rapidez con la que pueda aumentar el rendimiento. Una serie de analistas pronostican que el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años alcanzará el 1,5%-2% a finales de año, mientras los inversores comienzan a prepararse para futuras subidas de tipos por parte de la Fed, según un pronóstico del Wall Street Journal.
El resultado más preocupante
A medida que aumentan las expectativas de presiones inflacionarias, los analistas tienen opiniones divergentes sobre su impacto en los precios de las acciones. El resultado más preocupante podría ser una repetición de lo ocurrido en 2013, cuando la mera sugerencia del entonces presidente de la Fed, Ben Bernanke, de reducir el programa de compra de activos del banco central impulsó fuertemente el rendimiento de los bonos e hizo desplomarse las acciones.
«El temor es que los precios de estos activos estén fijados a la perfección cuando el BCE y la Fed eventualmente implemente una expansión cuantitativa», ha dicho Sebastien Galy, estratega macroeconómico senior de Nordea Asset Management, en una nota de investigación titulada «La pequeña rabieta de la relajación» y citada por CNBC.com. «Las probabilidades de ajustar la política monetaria aumentan en Estados Unidos gracias a la mejora de las ventas minoristas tras cuatro meses de decepción y la expectativa de la emisión de un gran paquete fiscal de 1,9 billones de dólares.
A pesar de las perspectivas de cierta corrección de las acciones de crecimiento de alto nivel, las condiciones sobre el terreno siguen siendo altamente favorables para sus negocios. El cambio hacia el comercio electrónico, el creciente uso de oficinas y aulas virtuales y la creciente demanda de hardware tecnológico son algunas de las tendencias que han llegado para quedarse. Dicho esto, no hay señales en este momento de que la Fed vaya a eliminar el estímulo monetario que está proporcionando un salvavidas a millones de pequeñas empresas que se han visto devastadas durante la pandemia.
El director de Bolsa europea de Barclays, Emmanuel Cau, dice que la empinada curva de rendimiento es «típica en las primeras etapas del ciclo».
Como dijo en una nota reciente: «Por supuesto, tras el fuerte movimiento de las últimas semanas, las acciones podrían marcar una pausa, ya que muchos sectores que se han disparado con el rendimiento parecen sobrecomprados, como el de materias primas y el de banca. Pero en esta etapa, creemos que el aumento del rendimiento es más una confirmación del mercado alcista de acciones que una amenaza, por lo que la compra en las caídas debería continuar».
En conclusión
Las acciones de crecimiento podrían experimentar ventas adicionales mientras el rendimiento de los bonos continúe mostrando cierta recuperación y alejándose de sus mínimos históricos.
Pero eso no debería considerarse una amenaza para las acciones tecnológicas de alto nivel que, en nuestra opinión, todavía están en un mercado alcista. Su historial de crecimiento fundamental permanece intacto.
Esto se ha reflejado en la temporada de presentación de resultados que acaba de concluir, en la que el 95% de las empresas tecnológicas superaron las expectativas de beneficios y el 88% de ellas superaron las previsiones de ingresos.
Haris Anwar/Investing.com
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