Un fuerte apoyo recibió el dólar, aunque sobre todo la economía estadounidense, con la publicación de las ventas minoristas de enero, conocidas el miércoles. Se esperaba un incremento de las mismas respecto a la decepcionante cifra de diciembre, pero nadie podía anticipar el 5.9% de aumento, que rompió los pronósticos.
Sin embargo, el alza del dólar no fue muy sustentable. La moneda norteamericana no logra encausar una recuperación de mediano tenor, dado que la emisión gigantesca de dólares genera una expectativa devaluatoria, y este tipo de informes, que en otro momento podrían haber provocado un derrumbe de las monedas rivales, esta vez generaron una baja moderada de las mismas.
Confirmando el poco interés de la bolsa en la marcha de la economía, el dato de ventas minoristas generó un retroceso de las acciones, que se refleja en los futuros de los índices bursátiles en las primeras horas del jueves. Si bien mantienen tendencias alcistas de corto plazo, estas lucen algo debilitadas. A una buena noticia para la economía podría, en el futuro, corresponder un límite a la emisión de dinero, y eso no le gusta a Wall Street. Paradojas de los mercados.
En la sesión europea de este jueves, el dólar vuelve a caer, y tanto el euro como la libra esterlina se encaminan nuevamente al alza. La divisa única ya recuperó gran parte de sus pérdidas de la víspera, y apunta nuevamente a la zona de 1.2100, cuya superación podría darle un fuerte impulso alcista. El euro se ve beneficiado no solo por la baja propia del dólar, sino también por las noticias auspiciosas en materia de salud provenientes de Europa: la UE anunció que recibirá, sin un plazo definido aún, 350 millones de dosis de vacunas, lo cual limitaría en forma decisiva la pandemia.
La libra esterlina, en tanto, supera claramente 1.3900, y esta vez la zona de 1.4000 aparece mucho más cercana en el horizonte. También Reino Unido presenta noticias positivas en materia de contagios, con una baja sustancial de casos, y el plan de vacunación marcha a todo vapor. El gobierno de Boris Johnson comienza a evaluar la reducción de las medidas de restricción que imperan en el país, lo cual podría suceder hacia fin de mes.
No levanta cabeza, en cambio, la onza de oro. El metal precioso cayó con fuerza el miércoles, para acercarse a los mínimos de noviembre. Desde los 1769.60 dólares que tocó en la víspera, ahora el oro comienza a ofrecer señales de recuperación, aunque deberá quebrar la zona de 1790 dólares, tarea nada fácil, para superar nuevamente 1816 dólares, nivel que pondría en carrera alcista nuevamente a la onza. El oro ha sido dejado de lado en los últimos días ante la búsqueda de riesgo por parte de los inversores, llevando al metal a cumplir su tradicional papel de activo de refugio.
La sesión del jueves tiene como principal atractivo la publicación de las peticiones semanales de subsidio por desempleo. El jueves anterior, una baja sustancial de los pedidos apuntaló al dólar, algo que podría volver a suceder en la fecha. Sin embargo, el efecto de este dato sobre los precios suele ser muy limitado, en puntos y en tiempo. Como se ve, el dólar no tendrá este jueves un día sencillo, y su actual baja puede extenderse a la sesión americana, de inicio a fin.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.
Adrián Aquaro
Trader College