Se prevé que Walt Disney registre su tercera pérdida trimestral consecutiva hoy, ya que sus cruceros siguen atracados y los parques temáticos desiertos gracias a la todavía iracunda pandemia. Sin embargo, sus acciones rondan casi máximos históricos, lo que indica la absoluta fe completa de los inversores en su cambio de negocio en el mundo postpandemia.
Se espera que los ingresos del primer trimestre de Disney desciendan un 24% hasta 15.910 millones de dólares, lo que se traducirá en una pérdida de más de 0,32 dólares por acción en comparación con el mismo período de hace un año, según los pronósticos de los analistas.
Pero ese aciago panorama financiero no es en lo que se están centrando los inversores estos días. Más bien, esperan ver otro trimestre explosivo para el negocio de video en streaming de la compañía con sede en California, Disney+. En ese frente, el hogar de Mickey Mouse tiene muchas buenas noticias que compartir.
Más de un año después de su lanzamiento, los suscriptores de Disney+ ascenderán a 86,8 millones en 2024, beneficiándose del entorno de confinamiento que obliga a la gente a buscar opciones de entretenimiento desde sus dormitorios o salas de estar.
Durante una presentación del día de los inversionistas celebrado en diciembre, el director ejecutivo de Disney, Bob Chapek, dijo a los inversores que Disney+ tendrá entre 230 millones y 260 millones de suscriptores para 2024. En comparación, cuando Disney+ se lanzó hace 13 meses, Disney esperaba que la plataforma alcanzara los 60-90 millones de suscripciones para ese año.
Un ganador en las guerras del streaming
Estas previsiones muestran claramente que la compañía está muy por delante en la guerra del streaming en la que muchos jugadores de mucho capital están probando suerte. Netflix, líder en el negocio del streaming, anunció a los inversores el mes pasado que tenía más de 200 millones de suscriptores al final del cuarto trimestre. Netflix tardó más de 13 años en alcanzar ese hito. El mes pasado, AT&T dijo que tenía 41 millones de suscriptores de su HBO Max, el servicio similar a Netflix que lanzó el año pasado.
La fuerte inversión de Disney en su negocio directo al consumidor impulsó el crecimiento de los suscriptores con su enorme capacidad para crear nuevos programas y películas. Chapek dijo a los inversores en diciembre que, de los 100 proyectos que la compañía está llevando a cabo, alrededor del 80% irán directamente a Disney+.
El gigante del entretenimiento con sede en Burbank, California, también planea lanzar contenido más maduro en su plataforma, para atraer a audiencias mayores a través de sus títulos populares como «Atlanta» y «Modern Family».
Estas iniciativas orientadas al crecimiento, sin embargo, ya se reflejan en el precio de las acciones de la compañía, que cerró en 189,61 dólares el miércoles, tras la subida del 44% de los últimos seis meses. Para algunos, la valoración de Disney hace que sea demasiado caro comprar en el nivel actual. Las pérdidas de la compañía, el aumento de la deuda a largo plazo y la suspensión de su dividendo son algunos de los factores que mantienen a algunos inversores al margen.
En conclusión
Disney, con sus principales unidades generadoras de ingresos todavía sometidas a gran presión, es una apuesta por la reactivación de la economía y el éxito de su negocio de streaming. Estos dos catalizadores se reflejan en gran medida en el precio de las acciones, lo que hace que les sea más difícil seguir ofreciendo un buen rendimiento a partir de aquí. Los inversores deberían esperar al margen para un mejor punto de entrada, en nuestra opinión.
Haris Anwar/Investing.com
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