Somos humanos, y por nuestra condición, nuestra manera de enfrentar diferentes situaciones a través de nuestras actitudes y comportamientos viene dada por cómo nos sintamos en dicho instante. Está demostrado que mostrar una actitud positiva y proactiva podrá influir en nuestro modo de desenvolvernos en la situación de manera mucho más favorable. No obstante, desde un punto de vista psicológico, no puede olvidarse aquello de que todas las emociones son válidas, a pesar de que algunas de ellas no sean la mejor compañía para ejecutar ciertas tareas. Por ello, debemos aprender a controlar y manejar lo que sentimos para ser capaces de afrontar las circunstancias con la mayor racionalidad posible.
Bien, y qué tiene que ver esto con el ámbito de las finanzas, os estaréis preguntando. En este mundo, como en todos, es necesario prepararse mentalmente para todo tipo de entornos, incluso en la formación en Bolsa, ese universo que parece en ocasiones tan lejos del alcance de los mortales. De hecho, existe una rama de conocimiento que se dedica exclusivamente al estudio del control de las emociones a la hora de operar en trading. Se trata del denominado psicotrading.
El psicotrading intenta controlar la faceta no racional de los trabajadores del mundo del trading, tan vinculados con escenarios plagados de estrés, decisiones que tomar de manera rápida u otras situaciones en las que el individuo puede verse en muchas ocasiones superado. La preocupación y la incertidumbre deberían tener ligado un alto nivel de disciplina para garantizar el éxito de las operaciones que se ejecuten.
Este entorno incierto no aparece únicamente en los minutos previos a la apertura de la plataforma sobre la que nos disponemos a operar, sino durante todo el proceso, desde la preparación, pasando por la gestión, hasta cerrar finalmente la transacción; a veces, es imposible gestionar tus acciones como te gustaría mientras te invade la ansiedad, la euforia, los nervios o incluso la tristeza. Suele ser recurrente el término “mindfulness”, que de manera coloquial podría traducirse como “estar a lo que tienes que estar”, dedicando a cada acción la atención que requiere, incluso en aquellas tareas que llevamos a cabo de manera rutinaria y mecánica. Por eso, al igual que en otras muchas disciplinas, es importante un buen entrenamiento que nos permita llegar al “partido final” con seguridad y garantías de hacer un buen trabajo.
Puesto que es muy difícil conocer a fondo todo lo que el mercado financiero puede llegar a ofrecer, estudiarse a uno mismo puede convertirse en la mejor herramienta para hacerle frente. Saber cómo respondemos ante posibles incidencias o conocer cuáles son las motivaciones que nos impulsan a realizar ciertas acciones harán mucho más fácil nuestra relación con el área financiero, tan cambiante e impredecible.
Las personas que tienen éxito en sus trabajos son aquellas que son capaces de hacer sencillas las tareas que parecen resultar realmente complejas y abstractas para el resto, o al menos aquellas que son capaces de transmitir la idea de que realizan su trabajo con fluidez de manera creíble, de modo que son capaces de destacar entre la multitud por su manera de enfrentarse a los retos. Esto se consigue con una buena gestión de las emociones, que como cabe esperar, es un buen entrenamiento que los traders deberían incorporar a su metodología de trabajo para adquirir una mayor eficiencia y fluidez en sus operaciones.