La publicación de los datos de empleo de Estados Unidos quedó, como suele ocurrir, muy por debajo de lo esperado. Los pronósticos se equivocan groseramente -cabe pensar que por motivos técnicos y no al modo tercermundista de “confundirse”- y solo se sumaron 49 mil empleos en enero, poco más de la mitad de lo esperado. La tasa de desempleo no alcanzó para cambiar la primera impresión, negativa, que tuvieron los mercados, pese a que cayó al 6.3%.
El dólar encontró su molde luego de varios días de alzas consecutivas, y las monedas principales se vieron rápidamente beneficiadas. El euro superó por lejos 1.2000, en tanto la libra volvió sobre sus pasos, y superó 1.3700. El yen, luego de llegar a 104.75, también tomó fuerza, aunque de manera más moderada.
La situación se mantiene en las primeras horas del lunes. Ciertamente, el día después del dato de empleos los mercados parecen tomarse una pausa, que habrá que ver si esta vez tiene lugar en horario americano. Los futuros de los índices bursátiles no tienen demasiados problemas en mantenerse cerca de sus máximos históricos, que siguen tocando pase lo que pase en la economía.
Y es que las acciones siguen totalmente divorciadas de cualquier dato que pueda afectarlas, a la espera de novedades del plan de estímulo a la economía impulsado por el gobierno del presidente Biden, y que encontró cierta resistencia en el bloque republicano del Congreso. Si esa gigantesca suma de 1.9 billones de dólares -en los últimos días corrió la versión de que los republicanos negociarían por una suma de 1.3 billones- es finalmente inyectada en la economía, los papeles de Wall Street valdrán cada día más. Y el dólar cada día menos.
El contexto luce ideal para el oro. El metal precioso volvió a tocar fondo la semana pasada, apenas por encima de los mínimos de noviembre, para comenzar la semana con ciertos signos de recuperación. Está lejos aún de consolidarse, pero si logra superar los 1830 dólares, cambiará su actual sesgo, para comenzar a apuntar alto de nuevo.
A falta de informes líderes durante toda la semana, la presentación del gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, en un glamoroso encuentro en Londres, puede impactar en la libra el miércoles por la tarde. No menos distinguido será el ámbito -Club Económico de Nueva York- en que hablará el titular de la Fed, Jerome Powell, también el miércoles.
¿Podrán mover al mercado estos funcionarios? No parece. La expectativa por el plan de estímulo supera todo, y los avances del plan de vacunación pintan un panorama optimista para los próximos tiempos. Sin embargo, el domingo por la tarde se conoció que una variante del virus descubierta en Reino Unido duplica cada 10 días su expansión en Estados Unidos, confirmando las sospechas de varios científicos. Este descubrimiento puede tener peso en el ánimo de los operadores si no logra controlarse este problema.
La sesión americana aparece sin muchos atractivos en cuanto a cambios de tendencia importantes. Más bien, pareciera una sesión de consolidación de los movimientos del viernes.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.
Adrián Aquaro
Trader College