Los resultados de las elecciones para senador por el Estado de Georgia, cuya segunda vuelta había quedado pendiente, se está terminando de resolver en estas horas. Pero todo indica que el Partido Demócrata asumirá el control del Senado, por lo que el gobierno del nuevo presidente Biden, que asumirá su cargo el 20 de enero tendrá a su favor al Congreso en su totalidad.
Dado el tinte que Biden pretende darle a su gobierno -o más bien, su equipo, dado que el propio Biden apareció poco en la campaña electoral-, es fácil anticipar que lloverán dólares en los mercados, lo cual ya genera una ola de euforia. El alza del euro a máximos de casi tres años, la estabilidad de la libra esterlina por encima de 1.3600 en medio de una pandemia en la cual ya el 5% de los británicos está contagiado, y el yen en máximos de 10 meses, pese al buen clima de negocios, pone de manifiesto que los inversores van a volcarse a los activos de inversión, desechando al dólar.
Sin embargo, no hay que jugarse por completo en contra del billete. La sobre compra de las monedas principales, sumado a que, más allá de que abunden dólares, el BCE, el BoC y en verdad todos los bancos centrales, han emitido montañas de dinero durante 2020, y el estado de la pandemia no da lugar a grandes festejos fuera del ámbito bursátil de Wall Street. En otras palabras, es altamente probable que el dólar vuelva sobre sus pasos durante las próximas semanas, al menos antes de que Biden comience a otorgar planes de estímulo sin límite. Los gobiernos han encontrado en la emisión de dinero, una medida festejada por buena parte de la población de todo el mundo, una salida a la crisis financiera generada por la pandemia, sin tener en cuenta las consecuencias que ello tendrá a futuro.
Por el momento, y cuando aún quedan algunas horas para la apertura de la sesión americana, los futuros de los índices Dow Jones, S&P 500 y Nasdaq 100 festejan, con alzas que comienzan a apuntar a sus respectivos máximos históricos, luego de la previsible corrección bajista de los últimos días, justamente a la espera de una victoria demócrata en Georgia, que los iba a impulsar nuevamente, como finalmente está ocurriendo.
El contexto favorece, claramente, a la onza de oro. El oro no se emite, no está vinculado a los rendimientos, y el nuevo quiebre de 2000 dólares no tardará mucho en llegar.
Por otro lado, los futuros del WTI ya comienzan a vencer la cota de 50 dólares, un nivel que perdió a inicios de 2020, cuando la pandemia comenzaba a aparecer. El alza del petróleo impacta en el dólar en los países productores, con una fuerte baja de la moneda norteamericana, pero también en el resto de las materias primas. Ello explica que en gran parte de Latinoamérica el dólar cayó el lunes, en un movimiento que puede repetirse en la fecha.
La agenda de noticias incluye como dato principal la encuesta ADP de empleos privados. El pronóstico es muy negativo, con unas 60 mil nóminas creadas el mes pasado, confirmando un momento de debilidad del sector en materia de generación de empleos. Sin embargo, este tipo de informes no está teniendo demasiado efecto en el mercado de divisas, con los inversores pendientes de otros eventos.
La apertura de la sesión de este miércoles, a las 9:30 del este, será sumamente interesante, y pueden producirse fuertes oscilaciones de precios tanto en las divisas, como en las acciones y las materias primas.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el jueves.
Adrián Aquaro
Trader College