Para el drama que fue el año pasado, fue difícil superar el rendimiento de los mercados financieros globales. Excepto posiblemente con las elecciones presidenciales de Estados Unidos y su periodo posterior.
En el conjunto del año, el Dow sube un 7,25%, y el S&P 500 un 16,3%.
El NASDAQ se disparó un enorme 43,6%, su mejor rendimiento desde el repunte del 43,9% tras el traumático desplome del mercado de 2008.
Muchas oportunidades, muchas pérdidas también
La pandemia, sin embargo, creó muchas oportunidades para las empresas dirigidas a clientes no afectados por los despidos. Estos incluyen:
1. Desarrolladores de vacunas contra el coronavirus. Son las pequeñas empresas cuyas acciones resultaron ganadoras. Pfizer (NYSE:PFE) cerró el año con un alza del 6%. AstraZeneca (LON:AZN), el gigante farmacéutico británico, subió un 0,3%.
2. Tesla (NASDAQ:TSLA). Tesla ha estado en su propio mundo. Las acciones del fabricante de vehículos eléctricos cerraron el año con una subida del 743%, situándose en la cúspide del índice NASDAQ 100 y el índice S&P 500.
3. Acciones de minoristas online. Estas acciones se han disparado. Muchos compradores, tratando de evitar la exposición al virus, han recurrido a las compras online. Amazon.com (NASDAQ:AMZN) ha dicho que espera unas ventas de 112.000-124.000 millones de dólares en el cuarto trimestre. Target (NYSE:TGT) y Walmart (NYSE:WMT) también han reportado unas ventas online más elevadas en verano y otoño.
4. Envíos de paquetes online. FedEx (NYSE:FDX) fue un gran beneficiario del auge de las compras online. Las acciones subieron casi un 72% durante el año, situándose en el puesto número 20 de entre las acciones de S&P 500 y en el primer puesto de entre las acciones del Dow Jones Transportation Average. Su rival United Parcel (NYSE:UPS) Service ha subido un 43,9%. Las acciones ferroviarias también ofrecieron una buena actuación, especialmente en el segundo y tercer trimestre.
5. Empresas de servicios online. Etsy, la tienda online dirigida a los artesanos, subió un 300%, en parte porque se incorporó al S&P 500 en septiembre. DoorDash, que proporciona servicios de entrega de alimentos, salió a bolsa el 8 de diciembre en 102 dólares y alcanzó los 195 dólares en su primer día de negociación. Las acciones han descendido desde entonces, pero parecen haberse estabilizado por encima de 140 dólares, con un alza de en torno a un 40%.
6. Grandes tecnológicas tradicionales. Apple (NASDAQ:AAPL) subió un 81% porque a los inversores les gustan sus perspectivas en lo que se refiere a los teléfonos 5G. Su estabilidad de beneficios añade seguridad al riesgo a la baja. Las acciones se han comportado como un refugio seguro durante la pandemia. Advanced Micro Devices (NASDAQ:AMD) prácticamente ha duplicado su valor. El fabricante de chips gráficos Nvidia (NASDAQ:NVDA) subió casi un 122%. Amazon cerró con un alza del 76% y Microsoft (NASDAQ:MSFT) subió un 41%.
7. Acciones de metales. Éstas han ido subiendo al aumentar las esperanzas en torno a que la aparición de vacunas eficaces para la COVID-19 conducirá a un fuerte repunte económico mundial.
Freeport-McMoRan Copper & Gold subió un 98% al subir el cobre, su producto principal, más de un 25% hasta 3.519 dólares por libra.
El oro, la clásica inversión en refugio seguro, subió un 24% hasta 1.895,10 dólares por onza. La plata subió un 47%. El fabricante de aluminio Alcoa (NYSE:AA) cayó un 71% en el primer trimestre debido al virus, pero ha revertido todas esas pérdidas, cerrando el año con un alza del 7,2%. En el cuarto trimestre subió un 98%.
Entre los perdedores siguen estando las empresas directamente destrozadas por el coronavirus. Éstos incluyen:
1. Empresas energéticas, especialmente productoras de petróleo y gas. Éstas cerraron el año considerablemente a la baja, aunque el repunte de los precios del petróleo en la segunda mitad del año impulsó las acciones.
2. Aerolíneas. Las acciones de las aerolíneas se han visto zarandeadas por la pandemia, así como por las consecuencias de los problemas con el Boeing (NYSE:BA) 737 MAX porque la gente no va a viajar a menos que sea estrictamente necesario.
3. Boeing. El gigante aeroespacial ha visto colapsar su registro de pedidos. Al concluir el año, había cientos de 737 aviones MAX en tierra por todo el oeste de Estados Unidos esperando la recertificación del avión.
¿Y ahora qué?
Suponiendo que las personas reciban vacunas contra la gripe y la COVID-19, la vida podría empezar a parecerse más a lo que era antes de la pandemia, lo que significa más gasto de los consumidores, mejores empleos y un constante fortalecimiento de los mercados inmobiliarios residenciales de Estados Unidos y otros lugares.
La Reserva Federal no quiere subir los tipos de interés en un futuro próximo. Probablemente no antes de 2022.
Todo esto es bueno para las acciones.
Un gran riesgo es que el mercado de bonos pueda impulsar los tipos de interés de todos modos debido a las gigantescas cantidades de deuda que los gobiernos han tenido que asumir para combatir el virus. Observemos el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años. Ha ido volviendo hacia el 1% porque los inversores están empezando a sacar su dinero de Estados Unidos e invirtiéndolo en otros mercados.
Eso también ha lastrado el dólar, lo que significa que los precios de las importaciones podrían empezar a subir, añadiendo presiones inflacionarias a la economía. El índice dólar, que sigue la evolución de esta moneda con respecto a una cesta de otras seis divisas principales, cayó un 6,4% en 2020 en general, pero se dejó un 12,7% tras tocar techo en marzo.
Además, uno debe estar atento al encarecimiento de los mercados. El índice de fuerza relativa del NASDAQ está actualmente por encima de 70, una advertencia de que las acciones podrían estar sobrecalentadas. No muy lejos, los niveles del Dow, el S&P 500 y el NASDAQ100 se situaban justo por debajo de 70 el viernes.
Charley Blaine/Investing.com
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