Airbnb salió a bolsa la semana pasada y su debut resultó ser un éxito rotundo. Las acciones de la plataforma de alquiler de apartamentos vacacionales con sede en San Francisco abrieron en 146 dólares, superando el precio de salida a bolsa de 68 dólares, ascendiendo la valoración de la firma a 100.000 millones de dólares.
Claramente, ésta no es una actuación habitual en medio de una pandemia que ha diezmado la industria global de viajes y ha llevado a muchas empresas internacionales al borde de la bancarrota.
Después de su llamativo debut, Airbnb vale ahora más de cinco veces la valoración implícita post-entrega del dinero de su deuda, recaudada en abril, según PitchBook. Además, su capitalización de mercado se encuentra ya por encima de los valores de mercado combinados de varios de sus mayores competidores hoteleros.
Esta sólida demanda de acciones de Airbnb muestra claramente que los inversores tienen gran fe en el modelo de negocio de la compañía que, a su juicio, puede soportar uno de los entornos operativos más duros existentes para las empresas de hospedaje y viajes.
La pandemia mundial ha sido un desafío para Airbnb, que h visto disminuir la demanda de alquileres a corto plazo en sus centros de negocios más populares y más caros. Sus ingresos cayeron un 18% durante el tercer trimestre en comparación con 2019, una caída mucho menor que la de Marriott International, que reportó un descenso del 57% de las ventas, y que la de la agencia de viajes online Expedia Group, cuyos ingresos disminuyeron un 58%.
Sin embargo, consiguió aun así rendir mucho mejor que las aerolíneas, marcas hoteleras y líneas de cruceros, pivotando hacia una estrategia redefinida.
Modelo de negocio flexible
Tras mantenerse a flote cuando la liquidez se secó la primavera pasada, el director ejecutivo Brian Chesky ha cambiado rápidamente su estrategia para centrarse en las estancias locales cuando los viajeros comenzaron a evitar los vuelos durante la primera oleada de la pandemia.
La relativa resiliencia de Airbnb en un año históricamente malo para la industria de los viajes es el resultado de un modelo de negocio flexible que permitió a la compañía encontrar clientes en los lugares a los que querían ir. Eso significa que los habitantes de la ciudad huían a lugares menos concurridos o familias y grupos que buscaban ir de vacaciones cerca de casa.
Si bien estas fortalezas se reflejan en gran medida en el éxito de la salida a bolsa de Airbnb, la gran pregunta para los inversores minoristas es si éste es el momento adecuado para comprar estas acciones. Según algunos analistas de Wall Street, el viaje de Airbnb a partir de aquí dependerá en gran medida de la recuperación postpandemia del sector de viajes y de lo bien que se posicione la compañía para beneficiarse de ella.
«Van a averiguar cómo hacer su negocio seguro, conveniente y asequible para todos los que buscan soluciones alternativas», según ha dicho Michael Seibel, socio de Y Combinator, a la CNBC la semana pasada.
«Y luego creo que la segunda cuestión más interesante es el futuro del trabajo, ya que mientras todos trabajamos desde casa, Airbnb está en la mejor posición para apoyar a los trabajadores que ahora son capaces de difuminar la línea entre un alquiler para unas vacaciones de una o dos semanas y un alquiler de un apartamento par todo un año. Así que creo que tenemos por delante un montón de grandes oportunidades».
Otro factor distintivo para un disruptor como Airbnb es que es muy popular entre los millennials, que son el grupo más grande de consumidores ahora mismo, y la generación Z (cualquiera que haya nacido entre 1995 y 2015), que es el futuro. Como decía el análisis de Bloomberg:
«La compañía es una marca que la nueva generación de inversores millennials ha crecido utilizando. Tal reconocimiento de marca puede ayudar a consolidar la empresa como el sitio de referencia para alquileres a corto plazo. También significa que Airbnb tiene que gastar mucho menos dinero en publicidad, contribuyendo a la rentabilidad».
A pesar de estas brillantes perspectivas, ningún negocio viene sin riesgos. En el caso de Airbnb, las ciudades están introduciendo regulaciones más estrictas tras una reacción contra la plataforma de los residentes a largo plazo. Y nadie sabe cómo saldrá el sector de los viajes tras la pandemia.
La demanda normal de viajes puede tardar años en regresar tras la pandemia. Por lo tanto, a pesar de la naturaleza flexible del modelo de negocio de Airbnb, podría tener que seguir sobreviviendo con menos viajes de negocios, pues la videollamada se ha convertido en la norma.
En conclusión
Creemos que las acciones de Airbnb son una gran opción de compra en el sector de viajes y debería complementar una cartera equilibrada. Dicho esto, no es aconsejable comprar unas acciones justo después de la euforia de la OPV. La estrategia más inteligente es esperar y buscar una mejor opción de entrada.
Haris Anwar/Investing.com
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