Con las elecciones de EEUU y la victoria de Biden ya en un segundo plano, la gran noticia de la semana pasada fueron los prometedores resultados de un ensayo de la vacuna contra el COVID.
El gran salto de la semana lo protagonizó la lira turca, que subió más de un 10% tras conocer que Erdogan estaba abandonando sus extrañas políticas monetarias y que Turquía intentaría detener la caída de la moneda con un enfoque más convencional.
GBP
Las negociaciones comerciales con la UE continúan con pocos avances. Sin embargo, la victoria de Biden en las elecciones presidenciales de Estados Unidos se traducirá también en una Casa Blanca menos complaciente desde la perspectiva del Reino Unido, y podría empujar al gobierno de Boris Johnson hacia el modesto acuerdo comercial que esperamos. Los mercados parecen estar de acuerdo y la libra esterlina se ha comportado bien desde las elecciones americanas. La reunión del Consejo de la UE del jueves será clave y esperamos ver algún avance en las negociaciones de esta semana.
EUR
En línea con nuestras previsiones, el empeoramiento de las cifras de la pandemia en la Eurozona parece haber quitado impulso a la subida del euro. Los datos de septiembre de la producción industrial en la Eurozona llegaron por debajo de lo esperado, añadiendo un poco de pesimismo a la situación general. Sin embargo, los datos de contagios en EE.UU. la semana pasada lo compensaron un poco y el euro terminó más o menos sin cambios frente al dólar.
Con pocos datos económicos clave esta semana, los mensajes y comunicados del BCE estarán en el punto de mira, y es que los mercados se están preparando ya para la reunión del BCE de diciembre, en la que es casi seguro que se anuncien medidas de alivio adicionales.
USD
Los mercados siguen considerando la posibilidad de una presidencia de Biden combinada con un Congreso dividido durante, al menos, los próximos dos años. Si bien no está del todo descartado que los demócratas puedan tomar en Georgia los dos escaños que faltan por adjudicarse al Senado, es más probable que los estímulos fiscales se vean limitados por un Senado controlado por los republicanos. Mantenemos una postura bajista hacia el dólar a largo plazo, especialmente frente a las monedas de los mercados emergentes con buenas bases.