Ante todo, disculpen la tardanza. Sé que muchos de ustedes me pidieron una valoración temprana de los resultados electorales, pero valía la pena no precipitarse. La paciencia es un árbol de raíz amarga, pero de frutos dulces. Veamos si la paciencia ha dado algún fruto, aunque sólo sea en forma de recomendación útil. -Flash note de Aléx Fusté-
Biden acumula ya 264 votos electorales (necesita 270) y quedan solo cuatro estados por conocer el resultado. Carolina del Norte, Georgia, Nevada y Pensilvania. Pareciera que Biden tiene línea directa a la victoria, pues solo necesita 6 escaños, que podrían ser los que le ofrecería Nevada, en donde lleva ventaja con un 75% escrutado, y en donde el 25% pendiente es voto por correo que con total seguridad va a ser mayoritariamente demócrata porque Trump ya se encargó de convencer a sus bases que no votaran por correo. Así pues, espero una segunda ola, esta vez no del Covid si no de votos demócratas, cortesía de los servicios postales de los Estados Unidos, y que llevarán a Biden a la victoria final; a expensas de lo que puedan determinar las cortes. Pero ese es otro asunto, del que no me preocuparía demasiado en este momento. Ya les dije en una ocasión que las instituciones norteamericanas son fuertes, con reglas y procedimientos muy claros. Sólo en caso de evidencia de irregularidades podrá determinarse la necesidad de revisar los votos. Espero y confío en que tales irregularidades no se hayan dado.
¿Y ahora qué? Tal y como sugiero en el título, no deja de ser curioso ver como se ha dado el peor escenario de consenso (una indefinición sobre el resultado y un más que probable bloqueo en el gobierno) y sin embargo el mercado ha aplaudido el resultado apuntándose una franca subida en la jornada de ayer. Para no perder la tradición, el consenso se volvió a equivocar en sus predicciones sobre la reacción de las bolsas. Al menos, por el momento.
Algunos atribuyen el avance de los mercados a que los inversores ya estaban posicionados para esto (ciertamente los índices venían retrocediendo cerca del 8% desde el 15 de octubre), y que habiéndose materializado el evento de un resultado incierto y sus peligros asociados, ya no quedaba espacio para cubrir. No me lo creo. Atribuyo el buen tono a otros factores. Los mismos que me hacen seguir constructivo con el mercado.
CONSTRUCTIVO CON EL MERCADO. ¿POR QUÉ?
- El ala izquierda queda “tocada”: Creo que los inversores han visto (aliviados) que el probable resultado de esta victoria anémica de Biden se traduce también en que el ala dura del partido Demócrata, representada por los Sanders, las Alexandria Ocasio-Cortez o las Elisabeth Warrens, no podrán ahora “arrastrar” al presidente Biden hacia las profundidades de la izquierda ideológica. Esto que digo (porque lo creo así) son excelentes noticias para inversores y empresas. Por supuesto hablo desde un punto de vista estrictamente financiero. Las discusiones ideológicas las dejo para otros.
- Un Gobierno dividido no es malo: Un resultado en el que Trump pierde pero Biden no gana, no es un resultado necesariamente malo. Muchos no me entenderán. Mírenlo así: En los últimos 8 años hemos tenido un gobierno dividido (Casa Blanca, Congreso y Senado), y sin embargo eso parece haberle sentado bastante bien al mercado. Ahora que preveo otro gobierno & instituciones divididas, puedo visualizar que tendremos reformas sanitarias mínimas, escasos recortes en defensa, mínimas reformas anti-trust o cambios regulatorios más laxos en contra de las Big Tech. De todo esto, se desprende un entorno favorable para unos cuantos sectores Health Care, Defensa, Tech, etc…), y que pesan mucho en los índices.
- No need to sell then! Otra razón de la subida del mercado, y que podría seguir impulsando el rally, es que el llamado efecto “Blue Wave” ha quedado neutralizado, y con ello, la temida subida de impuestos a empresas y ganancias del capital que Biden traía bajo el brazo. Tal promesa habría quedado ahora en una remota posibilidad. Piénsenlo bien. Un aumento en impuestos a las ganancias probablemente habría provocado unas ventas masivas por parte de aquellos inversores que acumulaban posiciones en activos de largo plazo en mercado. La única manera de eludir esos onerosos impuestos, antes de ser implementados, era a través de la venta temprana. Sin embargo, los inversores habrán visto con gran alivio como el senado cae del lado republicano, en donde los republicanos probablemente bloquearán cualquier intento de derogar la ley tributaria de 2017. No need to sell then!
- Actividad regulatoria poco desbocada: Otra razón para ser constructivo es que, tal y como quedarían las cámaras, disminuyen notablemente las posibilidades, de ver aumentos sustanciales en las regulaciones (actividad que tradicionalmente no sienta bien a los mercados). No (regulatory) news, are good news!
- Gasto: No hace falta decirlo. Este gobierno entrante gastará más de lo que sería normal, manteniendo así un nivel de estímulos del que los mercados podrán seguir beneficiándose.
- Europa no es una alternativa. A día de hoy, Europa parece un lugar poco convincente para invertir (lo digo por ser el epicentro de la nueva ola del Covid y verse en la obligación de tener que emplear nuevas medidas restrictivas para la actividad económica). Esto convierte al mercado USA en el único lugar al que un inversor puede mirar hoy. Ciertamente, los EUA también pueden sufrir los efectos pandémicos de esta nueva ola, y del mismo modo que en Europa aplicar también restricciones a la actividad económica, pero no olviden la naturaleza anti-frágil de los sectores que componen el mercado USA (en relación a los índices europeos). Solo hace falta mirar los resultados empresariales acumulados en el 3Q (-10% yoy en USA vs -30% yoy en Europa). O la propia economía, en donde los EUA acabarán el año con una contracción del -4%, versus el -7% de Europa. No hay comparación posible.
- China tampoco parece una alternativa: Incluso China está haciendo esfuerzos por rebajar su credibilidad como mercado alternativo. Fíjense lo que ha ocurrido con la colocación de Ant Group (llamada a ser la más grande del año y que hubiera convertido a esta fintech en una institución más grande que cualquier banco en el mundo). El día antes de la operación, el regulador chino rechaza la operación. ¿Por qué? No lo sé. Licencias y permisos estaban en orden. Lo que sí sé es que en China existe una fuerza más poderosa que el enérgico impulso de la innovación y el mercado. El estado. Cada día tengo más claro que en China es el PCC el que decide quién gana, y quien pierde. ¿Y eso es malo? Eso será lo que ustedes quieran que sea, pero tengo muy claras las implicaciones económicas de lo que ello supone. Así pues, en un mundo de tipos cero, y con los principales bloques regionales o bien en medio de un nuevo proceso de restricciones económicas, o bien en una suerte de declaración de intenciones sobre el poder del estado y sus “legítimas” injerencias, a uno no le queda más alternativa que mirar, una vez más, al mercado americano.
Álex Fusté
Economista jefe global de Andbank
Andbank España
Un artículo del Observatorio del Inversor
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