La que se inicia es una semana clave en varios aspectos. Uno de ellos es que el viernes tendremos el último debate entre los candidatos para las elecciones del 3 de noviembre, el actual presidente Donald Trump y el opositor Joe Biden. A Trump se le termina el tiempo, y presionará en estos días para aprobar el plan de estímulo a la economía, frente al cual los demócratas se muestran sin gran convicción. Claramente, colocar mucho dinero antes de las elecciones es un favor para el presidente, que no quieren otorgarle.
Pero si se habla de protagonismo entre las divisas principales, el euro lleva la delantera. La moneda única enfrenta desafíos grandes esta semana, sin dudas. El viernes, los datos de manufacturas de Alemania, emitidos por Markit, impactarán de lleno en la cotización del euro, que en los últimos días de la semana pasada se mostró errático.
El euro estará en el centro de atención de los operadores en estos días. Para las próximas horas, con un lunes sin muchos informes, el quiebre de 11665 podría generar una caída importante de su precio, buscando en dicho caso los mínimos de las últimas semanas en 1.1615. La superación de 1.1765 podría darle algún alivio momentáneo a la moneda europea, no obstante lo cual no parece tener mucho más para ofrecer sobre dicha cota.
La libra esterlina, en tanto, tampoco la tiene fácil. El Brexit y el virus son los dos principales factores de preocupación para los mercados, y cabe destacar que en 1.2740 quedó, varias semanas atrás, un gap que no cubrió, siendo este su principal objetivo bajista. Con una baja en los casos de contagio prácticamente descartada, lo que queda es ver algún tipo de avance en las negociaciones entre Londres y Bruselas por el Brexit. Al respecto, el gobierno de Boris Johnson distendió el conflicto extendiendo los plazos que había impuesto (15 de octubre). Si bien no parece que todo este proceso quede en la nada, no hay que descartar que finalmente haya una prórroga por varios años para un divorcio total. Si hubiera algún avance puntual, la libra no tardará en superar 1.3100.
El dólar australiano también está en el ojo de la tormenta. Técnicamente, el par AUD/USD dejó varios gaps por encima de 0.7200, pero lo concreto es que desde el Banco de la Reserva de Australia dejaron entrever que habrá más dinero en el circuito económico, y hasta podría haber un recorte de tipos de interés. Con las relaciones entre Australia y China nuevamente en dificultades, el Aussie no tiene por delante días auspiciosos, salvo que el dólar caiga en forma decisiva.
El oro también apunta para abajo, y puede perder su tendencia de corto plazo si no se recupera rápidamente. A su favor cuenta que la superación de 1920 dólares, que no se encuentra lejos de los niveles actuales, lo pondría nuevamente en carrera.
Por último, y demostrando que el dólar sigue dominando, la bolsa de Nueva York tuvo un cierre de semana tétrico, con los índices cayendo aceleradamente en la última hora de operaciones. De todos modos, esta parece una caída circunstancial, y las acciones principales, en cuanto huelan dinero fresco del Estado, volverán a subir y el optimismo volverá a aflorar. Sí, amigo lector, en Estados Unidos esto también pasa.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.