Como cada primer viernes de mes, la publicación del dato de empleos no agrícolas en Estados Unidos centra la atención de los operadores. En medio de una semana con muchas idas y vueltas en los activos principales, y un dólar que luce disperso, y con un sesgo bajista en varios frentes, la publicación puede ser el dato que necesita el billete para insinuar una recuperación.
Los pronósticos hablan de unos 900 mil nuevos puestos de trabajo generados en septiembre. Otras previsiones superan el millón de empleos, aunque en cualquier caso, la creación de nóminas quedará por debajo de los datos de agosto, que arrojaron 1.37 millones de empleos.
Los datos, en conjunto, pueden favorecer al dólar. Una medición igual o mayor a la esperada ayudará a la moneda norteamericana, que ya luce agotado en su baja respecto al euro, pese a que la divisa única se mantuvo fuerte durante toda la semana. La libra esterlina, en tanto, se mostró muy volátil en los días anteriores, producto del conflicto del Brexit. Por momentos, pareciera que la solución está más cercana; en otras oportunidades, la impresión es que todo se resolverá a los portazos. La libra tiene un objetivo bajista en 1.2740, donde quedó un gap desde la sesión asiática del lunes. Y si llega a ese nivel, es probable que siga cayendo, dado que se trata de un nivel sin mayor trascendencia.
En las últimas horas se conoció que el presidente Donald Trump contrajo coronavirus. Siendo el mandatario un paciente de riesgo por diversos factores, los mercados reaccionaron a la baja momentáneamente, aunque por el momento el efecto sobre los mismos es limitado. El dólar se recuperó con fuerza en varios frentes, pero no ha cambiado sustancialmente su tendencia de corto plazo.
También estará bajo el foco de atención la onza de oro, que intenta, sin mucho éxito, superar 1900 dólares. Pasa y vuelve en forma permanente, a la espera de novedades que estimulen al metal precioso a comenzar a buscar los 2000 dólares. Por el momento, si logra superar 1932 dólares, será una buena victoria para la onza.
Wall Street no tuvo el mejor de sus días el jueves. El Congreso debate la implementación de un nuevo plan de estímulo, pero los partidos no se ponen de acuerdo, en tanto los plazos se acortan. Entramos en los últimos 30 días antes de las elecciones, y tanto las encuestas -que por ahora favorecen por poco a Joe Biden- como los permanentes conflictos que enfrenta el presidente Donald Trump preocupan a los mercados, que lógicamente prefieren un triunfo del actual mandatario. Biden no solo despierta desconfianza -por ideas propias, pero sobre todo por las de quienes lo rodean- sino que no tiene el aspecto de un candidato con la energía suficiente para afrontar el cargo al que se postula.
Si los datos de empleo son los suficientemente buenos, es probable que las acciones principales apunten al alza. Los cierres del jueves no han sido del todo desfavorables.
Con este panorama encaramos la última sesión de la semana. Una sesión que, salvo que algo ocurra, será más bien corta. Desde el mediodía de Nueva York, el mercado se toma un fin de semana algo más largo de lo habitual el primer viernes del mes.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, y un muy buen y reparador fin de semana, nos reencontramos el próximo lunes. Hasta entonces.
Adrián Aquaro
Trader College