El oro ha descendido por cuarta jornada consecutiva, habiéndose dejado ya más de un 5% durante la actual caída. Es la caída más larga y más pronunciada del metal precioso desde antes de tocar fondo en marzo.
En lo que va de mes de septiembre, el metal precioso ha bajado un 6,61%. Esto puede parecer sorprendente, dada su posición como activo de refugio seguro, que normalmente prospera cuando el interés por el riesgo flaquea —lo que ha quedado ilustrado por el S&P 500, que ha caído un 7,6% en el mismo período, camino para su peor septiembre en 18 años.
Hay un catalizador inmediato de este comportamiento inesperado: el oro ha estado sufriendo el ilógico repunte del dólar. La divisa ha subido un 2,5% este mes, a causa de múltiples posibles factores conflictivos: la aversión al riesgo a causa del coronavirus, reflejado en las acciones mientras que algunos datos económicos han mejorado, incluso cuando el presidente de la Fed de Chicago, Charles Evans, advirtió de que el banco central podría subir los tipos antes de lo esperado.
¿Significa esto que el oro seguirá debilitándose necesariamente? Para nada.
Más bien, el dólar ha terminado por el momento, pero se enfrenta a un entorno excepcionalmente incierto en cuanto a fundamentales junto con una grave resistencia técnica que podría hacer que repita su descenso a medio plazo. Además, el oro podría desvincularse del dólar y recalibrarse con las acciones, volviendo a recuperar su condición de refugio.
El siguiente movimiento del oro es una operación compleja, con múltiples factores, incluso conflictivos. Así pues, estamos indecisos a la hora de predecir cuáles podrían ser los próximos movimientos del metal precioso. En vez de eso, simplemente describiremos los escenarios técnicos y esbozaremos las expectativas.
El gráfico técnico de oro ha estado evolucionando desde agosto, generando una variedad de cambios. Después del decisivo repunte a la baja del metal precioso, durante el que el oro cayó por debajo de sus mínimos del 12 de agosto, vemos varios patrones triangulares: el triángulo simétrico desde los máximos del 7 de agosto hasta los mínimos del 12 de agosto; un triángulo simétrico más pequeño desde los mismos mínimos del 12 de agosto hasta el 18 de agosto; y, finalmente, un triángulo descendente desde los máximos del 18 de agosto hacia los mínimos que comenzó el 21 de agosto (líneas de puntos rojas).
Aparte de medir el objetivo implícito, sabemos que este patrón tiende a venir después de un repunte a la baja, que es bajista.
Las medias móviles revelan cómo se extienden los puntos de presión técnicos por todo el gráfico. El precio ha caído por debajo de la MMD 50 que soportaba el triángulo. Ahora mismo, el metal precioso está luchando con la MMD 100, a la mitad del canal descendente, mientras que la MMD 200 se eleva para soportar su parte inferior.
El repunte a la baja indicaría que la trayectoria continuará siendo descendente, al menos a corto plazo, pero eso no tiene que ocurrir necesariamente. Mientras que la tendencia a corto plazo, como se muestra en el gráfico diario, ha establecido una tendencia bajista, las trayectorias a medio y largo plazo, tal como se trazan en los gráficos semanales y mensuales, están en una tendencia alcista.
Eso no significa necesariamente que no sea razonable ir con la tendencia a corto plazo, pero a los traders deberían estar preparados para ser zarandeados cuando las tendencias a largo plazo tomen el control.
Estrategias de trading
Los traders conservadores esperarán el oro registre nuevos máximos por encima de los máximos históricos registrados el 7 de agosto en 2.089,20 dólares para unirse a la tendencia alcista a largo plazo.
Los traders moderados pueden arriesgarse a posicionarse en corto si todos los astros se alinean: un movimiento de retorno al patrón, resistido por una oferta duradera, con al menos una vela larga roja.
Los traders agresivos podrían también esperar a un repunte correctivo para una mejor opción de entrada, no necesariamente para probar la tendencia. Plantearse operar en contra de las tendencias a largo plazo aumenta el riesgo, por lo que una gestión estricta del dinero es crucial. Aquí tenemos un ejemplo:
Ejemplo de operación
- Entrada: 1.915 dólares – Triángulo descendente-inferior, el triángulo más bajo
- Orden de minimización de pérdidas: 1.940 dólares – Triángulo simétrico- inferior, el triángulo más alto
- Riesgo: 25 dólares
- Objetivo: 1.800 dólares – Pico del 18 de mayo
- Recompensa: 100 dólares
- Relación riesgo-recompensa: 1:4
Nota del autor: Un ejemplo de operación es sólo un ejemplo de una de las muchas maneras posibles de abordar la misma operación. Sus circunstancias personales (momento, presupuesto y temperamento) tendrán un impacto considerable en los resultados. Si no redacta planes consistentes, no desarrollará resultados estadísticos. Básicamente, estará simplemente apostando. El éxito o el fracaso del trading no se miden por unas pocas operaciones, sino mediante la producción de ejemplos estadísticamente sólidos. ¡Buen trading!
Pinchas Cohen/Investing.com
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