Estamos comenzando una semana que tendrá una nutrida agenda de informes, que probablemente tengan impacto -moderado- sobre los precios de los activos principales. Entre los eventos a tener más en cuenta se encuentran la reunión de política monetaria de la Reserva Federal, que tendrá lugar el martes y miércoles, y la del Banco de Inglaterra, que se llevará a cabo el jueves. También se destacan las ventas minoristas de agosto en Estados Unidos, y la reunión del Banco de Japón, que habitualmente no tiene efecto en el yen.
El contexto del mercado encuentra al dólar con un comportamiento mixto en sus principales pares. El euro logró escaparse con las declaraciones de Christine Lagarde, titular del BCE, el jueves pasado, pero no logró quedarse mucho tiempo arriba, y cayó ante una búsqueda de refugio apenas finalizada su presentación.
En tanto, la libra esterlina cayó sin atenuantes, ante el aumento de la tensión entre Reino Unido y la Unión Europea, cuyo divorcio está impactando en la moneda británica. Los cambios de actitud del gobierno de Boris Johnson, que pretende romper los acuerdos a los que había llegado con Bruselas, y que lo llevaron a la primera magistratura en las elecciones de diciembre de 2019, están provocando inquietud en los mercados, con la consiguiente caída de la libra. De todas formas, su extrema sobreventa puede brindarle algún alivio en este inicio de semana.
El yen, por su parte, tuvo una semana aburrida, con rangos de precios muy estrechos. Esto puede interpretarse de dos formas: hay tranquilidad en los mercados, y esto aquieta al yen; también puede ser el anticipo de tiempos turbulentos. Para muestra, solo hay que mirar lo sucedido con el yen a mediados de febrero de este año.
Respecto al oro, intentó en reiteradas oportunidades encarar la zona de 2000 dólares, pero no pudo. Al igual que otros activos, el metal precioso vio limitado su poder frente a un dólar que, pese a las montañas emitidas, sigue siendo la moneda de confianza de los inversores. Para este lunes, la superación de 1970 dólares, una marcada resistencia, podría destrabar su estado actual.
El petróleo tuvo una semana de altibajos, e inicia la semana actual sin muchos cambios, en la zona de 37.60 dólares para los futuros del barril WTI. Deberá luchar con fuerza para acercarse nuevamente a los 40 dólares, una zona cuya superación le daría un marcado impulso alcista, y ayudaría además a varias monedas vinculadas, como el dólar canadiense y el peso mexicano.
La bolsa de Nueva York tiene por delante una semana importante. La anterior fue una semana de correcciones importantes, con una caída de casi 2000 puntos de los futuros del Dow Jones en apenas una semana. El cierre del viernes llevó algo de tranquilidad a los inversores, que esta semana estarán pendientes de lo que diga la Fed el miércoles.
Precisamente, la proximidad de la reunión del banco central hará de este lunes y martes un período de relativa tranquilidad. Es habitual que en semanas de bancos centrales los precios se muevan poco en las sesiones previas. Esto también puede aplicar a la libra, que tendrá por delante la reunión del BoE. De todas formas, los efectos de los comunicados de los bancos centrales ya no tienen el impacto que tenían años atrás, algo que los banqueros han buscado, con éxito.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.
Adrián Aquaro
Trader College