Los anuncios de política monetaria del Banco Central Europeo le dieron ritmo a un euro que lucía algo quieto durante la sesión del jueves. La titular del BCE, Christine Lagarde, ofreció un discurso moderadamente optimista, al tiempo que no mostró una preocupación por el alza del euro, que días atrás superó ligeramente 1.2000, despertando en su hora ciertas alarmas entre los funcionarios de la entidad.
Las palabras de Lagarde reavivaron al euro, que sin embargo no pudo sostenerse sobre 1.1900 mucho tiempo, dado que el dólar volvió a ganar la contienda diaria no solo ante la moneda única, sino en la mayoría de los frentes.
Pero así como el euro luce mucho mejor, y sin tanto riesgos de bajas, la libra esterlina transita un camino opuesto. Otra vez (enésima vez diríamos) el Brexit es la nota discordante, y la tradicional moneda británica retrocede a niveles de fines de julio, época en la que se encontraba en pleno proceso de crecimiento.
El gobierno británico, encabezado por Boris Johnson, insiste en romper el acuerdo firmado por la UE, que fuera votado por todos los miembros y aprobado por el Parlamento local. Bajo la promesa de dicho acuerdo, Johnson ganó las elecciones de diciembre de 2019. ¿Acaso Usted creía, amigo lector, que solo en su país los políticos mienten y borran con el codo lo que escriben con la mano?
La libra se encuentra ahora bajo una gran presión, y si no cae mucho más es solo porque la lluvia de dólares emitida limita el alza del billete. Pero el efecto de la emisión, inflación mediante, también pasará, y habrá que ver como encara la libra el año próximo, con la economía británica creciendo muy modestamente. Una gran cantidad de datos, de poca monta, se conoció este viernes en Reino Unido, con impacto muy pequeño en el precio de la libra.
El resto de los activos principales ofrece poco. El oro amaga escaparse, pero no lo logra, y la ansiada meta de los 2000 dólares, que supo quebrar a inicios de agosto, parece ahora algo lejana. Ni hablar de los máximos del 7 de ese mes, en 2075 dólares.
El petróleo también opera en rangos de precios estrechos, pero sin mucha convicción, y le hará falta mucha demanda para volver a tocar los 40 dólares. Poco se ha movido la materia prima en las últimas semanas, y no ha tenido muchas alegrías. No parece que este viernes vaya a tenerlas.
Por su parte, los futuros de los índices bursátiles de Nueva York no logran recuperar sus pérdidas de las últimas sesiones. A los del Dow Jones les hará falta superar los 28.100 puntos para retomar una tendencia alcista de corto plazo, y algo similar, con otros valores, les sucede a los del S&P 500 y Nasdaq 100.
Respecto al calendario de noticias, el índice de inflación minorista de agosto será la nota más importante. La inflación sigue devaluada en Estados Unidos. El firme crecimiento de la “core inflation” (la medición que excluye alimentos y energía) de julio se vería opacado por un tímido 0.2% en agosto. En términos interanuales esta medición creció el 1.6% hasta julio, y solo el 1% en el índice general, lo cual demuestra la depresión que sufrió el costo de la energía, con el petróleo desplomado desde enero en adelante.
Pasado el mediodía, y salvo alguna circunstancia extraña, la bolsa perderá volumen, y el fin de semana aparecerá un rato antes del cierre de Nueva York.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, y un muy buen y reparador fin de semana, nos reencontramos el próximo lunes. Hasta entonces.
Adrián Aquaro
Trader College