Ha finalizado el mes de agosto, el periodo estival para las bolsas durante el que habitualmente cae el volumen de participación y los índices se mueven con bajo ímpetu, con grandes titulares por la proeza de los índices USA de haber conseguido alzas tan respetables como históricas.
El Dow Jones y el SP500 han ganado en agosto un 7.8% y 7.2% respectivamente, el mejor comportamiento de agosto desde el año 1984, con bajo volumen de contratación y datos internos decayendo de forma sistemática a medida que las bolsas continuaban conquistando niveles record.
S&P500, mensual.
La ironía del mercado sumando un +60% en tan pocos meses y en un entorno económico de recesión, es que curiosamente ha atraído a los inversores a comprar riesgo en masa y sobretodo los menos experimentados (datos de sentimiento, posicionamiento e implicaciones explicados en post recientes).
Los titulares de Wall Street citan la proeza de los índices el pasado mes de agosto pero sin detenerse a mostrar lo sucedido tras meses de agosto con similar o incluso mejor rendimiento que el de este 2020. A destacar los de los años 1928, 1929, 1932 y 2000… coincidiendo con techos de mercado y/o importantes recesiones económicas.
DOW JONES, trimestral.
Curiosamente también, 1984 es el nombre de un controvertido libro escrito por George Orwell que trata de los peligros del aumento de poder y control de los gobiernos, de la capacidad del gobierno para controlar y manejar la información con el fin de despojar a la población de criterio.
Las autoridades monetarias y Wall Street están manejando la información y manipulando las cotizaciones, generando distorsiones históricas mientras maquillan la realidad torticeramente con el fin de alentar a los inversores a mantenerse activos y codiciosos comprando activos.
Los niveles de posicionamiento alcista de los inversores menos avezados han alcanzado record histórico, los Put/Call Ratios han caído a mínimos históricos y mientras las bolsas continúan subiendo vía expansión de múltiplos, con los beneficios empresariales cayendo, las valoraciones se sitúan en máximos históricos.
Las divergencias existentes en los indicadores de largo plazo también se observan en gráficos de medio, semanales.
S&P500, semana.
En gráficos diarios, las lecturas de los indicadores se han extremado a niveles demasiado altos (RSI>80) de sobrecompra, prácticamente agotado el margen de subida sugieren prudencia:
S&P500, diario.
La potente subida de las cotizaciones de las últimas jornada es llamativa desde la perspectiva y comportamiento simultáneo de la volatilidad, cuando las bolsas suben la volatilidad tiende a caer y viceversa.
El comportamiento de la volatilidad implícita del SP500 -VIX- durante las subidas de las últimas sesiones ha sido contrario a lo normal, desde el pasado 14 de agosto la volatilidad está subiendo mientras también sube el índice del que deriva, SP500:
VIX, diario.
«La historia no se repite pero a veces rima» Mark Twain. El rally desde mínimos del 23 de marzo está siendo estelar e histórico, el Nasdaq ha ganado casi un 80% y el resto de índices cerca del 60% en poco más de 6 meses, un evento singular pero que guarda cierta similitud con otros de la historia:
La propaganda de las autoridades parece estar funcionando en los mercados financieros donde los inversores aplauden la omnipresencia de las políticas de reflación de activos y estímulo de las alzas ininterrumpidas de las cotizaciones.
Los ciudadanos de la calle, por su parte, están observando la situación mientras se empobrecen a marchas forzadas, pero reciben cheques (gracias al helicóptero monetario) semanales en sus casas por no hacer nada mientras las cuentas del Estado se desangran, el mercado de trabajo se deteriora y las perspectivas de futuro también.
Las novedades anunciadas por el Sr Powell la semana pasada en Jackson Hole respecto a la postura de la FED frente a la inflación ha pasado bastante desapercibida entre la población. La FED anunció el jueves que dejaría los precios rebasar el umbral del 2% y no actuará para frenarlos hasta que considere oportuno.
El impacto que la inflación termina trasladando al bienestar y rentas de los ciudadanos es crítico, particularmente a las clases bajas y también a las medias, después de dos décadas durante las que los ingresos medios reales de los trabajadores USA han mejorado tan sólo un 2%…
… durante ese periodo la inflación ha aumentado de media también un 2% pero cada año, no durante las dos décadas, mientras que los precios de las necesidades básicas de la mayoría como salud, alimentación o educación han aumentado de forma mucho más acusada disminuyendo la renta disponible y la riqueza de la mayoría de la gente.
La maquinaria propagandística del gobierno y la desinformación generalizada (1984) son herramientas imprescindibles para unos gobernantes que se han embarcado en el experimento monetario mayor de la historia, controvertido y con muy dudosas posibilidades de éxito.
Las políticas de creación de dinero-de-la-nada, tipos cero, represión financiera… están empobreciendo a la mayoría -90%- en favor de una minoría -10%- (muy a pesar de la rotunda declaración en contra de esta realidad del Sr Powell «FED policies absolutely don´t add to inequality»), están erosionando la estabilidad empresarial y financiera, engendrando zombis y burbujas, descuidando la productividad, destrozando las finanzas públicas, minando el potencial de crecimiento futuro.
La dependencia de las deudas es cada vez mayor y más perniciosa para las economías y todos sus agentes.
Las decisiones de inversión y ahorro son cada vez más importantes en un entorno de riesgos como el actual y el previsto a futuro.
La novela 1984 de George Orwell es una distopía cuya trama sucede un país dominado por un gobierno totalitario que mantiene a los ciudadanos en constante vigilancia y más allá incluso, trata de espiar también sus pensamientos para mantener el orden.
Antonio Iruzubieta
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