El dólar continuó cayendo el lunes, luego de una semana que lo mostró débil. Si bien no hubo noticias que ameriten esta debilidad, la moneda norteamericana se muestra oscilante, con días de recuperación que no alcanzan a cubrir sus pérdidas más importantes. Esto tiene que ver con el amplio espectro de noticias que se van conociendo en Estados Unidos, que envía señales difusas: por un lado, los datos macroeconómicos acompañan una salida de la crisis; sin embargo, los casos de contagio del virus siguen creciendo, algo que alarma a los mercados, aunque menos que meses atrás.
En este contexto, se destacan dos activos principales: el euro y el oro. La moneda única volvió a tomar fuerza en la tarde del lunes, y comienza a apuntar a la zona de 1.2000. En la apertura semanal logró confirmar el quiebre de un 61.8% de la baja 1.2554 / 1.0635, entre febrero de 2018 y marzo de 2020, lo cual podría provocar una aceleración del euro en los próximos días. Por otro lado, el quiebre, por ahora sin confirmación, de una línea de tendencia bajista medida en gráficos mensuales y cuyo origen es 1.6038, el famoso máximo histórico del par EUR/USD de julio de 2008, también es un indicio de fortaleza para la moneda compartida.
En tanto, la onza de oro logró liberarse del 50% de su baja 2075 / 1862 de la semana anterior y se disparó al alza para superar nuevamente los 2000 dólares. Pese a que puede acercarse al máximo del 7 de agosto, situado justamente en 2075 dólares, le costará superarlo en un primer intento, aunque nuestra previsión apuntaba a una corrección bajista mayor para esta semana, antes de apuntar a dicho nivel.
Respecto a la libra esterlina, se muestra esta vez mucho más moderada que otras monedas líderes. En la fecha se reanudan las negociaciones entre Londres y Bruselas para terminar de definir los detalles del divorcio definitivo entre Reino Unido y la Unión Europea, que en principio está previsto para fin de año. Estas negociaciones son interminables, y las señales que brindan ambas partes son confusas, con declaraciones de todo tipo, y muy poco en limpio para sacar conclusiones. La impresión que queda, al cabo de este tiempo, es que a Europa le duele más que a Reino Unido su propia salida. Parece un hecho de otro siglo recordar a miles de británicos festejando, a fines de enero, la concreción del Brexit. No había virus para temer en esa época.
El dólar australiano también se muestra fuerte, en su caso impulsado por el rally de la onza de oro, a la cual se encuentra fuertemente vinculado. El Aussie a sus máximos de enero de 2019, en la zona de 0.7300, en un espectacular rally, inusual para una moneda tan estable, que abarca hasta ahora más de 1700 puntos desde sus mínimos de 18 años que tocó a mediados de marzo en 0.5510.
Por su parte, la bolsa de Nueva York tuvo uno de sus típicos lunes de baja volatilidad, sin cambios de tendencia importante, y con los futuros de los índices bursátiles sin mayores novedades de cara a la sesión americana del martes.
La agenda de noticias del día incluye dos de los principales datos del sector de la construcción, como lo suponen los permisos e inicios de viviendas. El primero puede ofrecer algún tipo de impacto en los precios del dólar, toda vez que representa a un sector que, en épocas de crisis, es analizado con suma atención.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el miércoles.
Adrián Aquaro
Trader College