La apertura de la semana presenta un panorama similar al de los últimos días de la semana anterior: rangos de precios estrechos en los pares principales de divisas, y un dólar oscilante, que por momentos parece caer en forma concluyente, y por otros, luce como encaminado a una fuerte recuperación.
Asimismo, los analistas tienen una visión dividida entre lo que parece una salida de la crisis económica, que se inició en marzo pasado, y una profundización de la misma, producto de que los casos de contagio del virus se multiplican, sobre todo en Estados Unidos y parte de Europa. China congeló su número de casos, aunque sus estadísticas, y no solo eso, no suelen ser creíbles.
Si se analizan los datos conocidos en las últimas dos semanas, podríamos pensar en una salida más o menos rápida. Incluso, la inflación del mes pasado, conocida el miércoles, puede encender algunas alarmas. Si bien es saludable que la actividad económica se haya recuperado, la emisión de dinero hará lo suyo próximamente en esta materia. Si algo así ocurre, la fiesta inolvidable del oro quedará para otro momento, y será tiempo de una corrección fuerte, que lo aleje de su exagerada sobre compra de las últimas semanas. El oro había caído entre lunes y martes, es verdad; pero no logró recuperar terreno más allá de la mitad de su pérdida luego de conocidos los datos de inflación.
El euro y la libra esterlina, en este contexto, se mueven ligeramente al alza, aún sin definir sus próximos pasos. La moneda única creció de lunes a viernes, pero no más de 150 puntos, y esto ralentizó su alza. Deberá quebrar con fuerza la zona de 1.1915 para buscar la cota de 1.2000 rápidamente.
La libra, en tanto, se mueve en un inusual rango estrecho de precios, y sigue pendiente la cuestión del Brexit, que sí o sí debe definirse en estos meses. La divisa británica parece estar en mejores condiciones que el euro para los próximos tiempos, muy lejos de sus mejores épocas. De todas formas, salvo que se mueva mucho el dólar, no será en esta semana, que carece de datos relevantes, donde la libra encuentre su rumbo de mediano plazo.
El resto de las monedas mantiene su panorama de la semana pasada. El yen se mantiene algo débil, en tanto el dólar canadiense y el peso mexicano transitan caminos opuestos, algo poco usual en dos divisas muy ligadas al petróleo. La materia prima tampoco ofrece señales claras para el resto de la semana, aunque inició el lunes con un tono alcista.
Los futuros de los índices de Nueva York, correcciones mediante, no cambian su rumbo alcista, iniciado a fines de marzo y a fuerza de dólares de la Fed. Los avatares políticos comenzarán a impactar en la bolsa en las próximas semanas, y mucho dependerá su dirección de lo que pueda recortar de su desventaja en las encuestas el presidente Trump, que se enfrentará al opositor Biden el 3 de noviembre.
Sin datos relevantes este lunes, la agenda semanal tiene como principales informes las cifras de manufacturas de Alemania, y las minutas de la última reunión de la Fed.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.
Adrián Aquaro
Trader College