Como un buen signo de los tiempos que se viven, los datos conocidos el miércoles en Estados Unidos ofrecieron cifras mixtas, y en extremos muy llamativos. En primer lugar, los datos de empleo del sector privado de la firma ADP arrojaron solo 167 mil nuevas nóminas creadas en julio, una cifra dramática, y que enciende todas las alarmas para el dato oficial, que publicará el Departamento de Trabajo el viernes por la mañana.
Más tarde, el ISM de servicios superó ampliamente las expectativas, para llegar a 58.1 puntos, su nivel más alto desde febrero de 2019, en línea con una muy buena medición del sector de manufacturas conocida el lunes. Sin embargo, no todas las cifras de la encuesta fueron positivas, y también dejan muchos interrogantes de cara al futuro.
Ante este panorama, cabe preguntarse que es lo que viene para la primera economía del mundo. Lo que es seguro es que la salida de la crisis no será tan rápida como se esperaba, y probablemente se extienda hasta bastante más allá de fin de año. En el medio, puntualmente en noviembre, tendrán lugar las elecciones presidenciales, sobre las cuales también hay muchas dudas. El presidente Trump se ha debilitado en sus probabilidades de ser reelecto, aunque del lado de la oposición demócrata no parece sobrar nada, en especial si se toman en cuenta las ideas del candidato Biden, y las de quienes lo rodean. Precisamente allí, y no desde la fortaleza de la economía, que se perdió y fue la principal fortaleza de Trump, es que el presidente encuentra sus mejores posibilidades.
La bolsa de Nueva York tuvo, como era esperable, un día de alzas y bajas permanentes, aunque al cierre del día ofreció ganancias importantes en sus principales papeles. A la vez, el petróleo se vio fuertemente beneficiado por el dato de servicios, y creció a su máximo desde inicio de marzo, dando por concluida la crisis del sector, que se inició el día 9 de ese mes, con una brutal caída de más de 15 dólares en pocas horas, y que tuvo su peor momento a mediados de abril, con una cotización negativa de la materia prima.
Respecto a la onza de oro, sigue batiendo récords históricos, y salvo correcciones puntuales, que esperamos varias además, tiene el camino despejado para seguir adelante. En cuanto a las monedas principales, el euro, la libra esterlina y el yen tienen un buen panorama para este jueves, en la medida que el dólar no logre recomponerse con fuerza.
La sesión del jueves luce relativamente tranquila, con la publicación de las peticiones semanales de desempleo, a las 8:30 del este, como dato de interés. Por otro lado, el Banco de Inglaterra dejó sin cambios los tipos de interés, en el 0.1%, algo que se repetirá durante los próximos meses. La cuestión del Brexit, eclipsada parcialmente en estos meses, puede tener algún impacto en la libra, aunque no creemos que obligue al BoE a cambiar su actual política. La libra sintió, como de costumbre, el anuncio de la entidad, pero no cambia en absoluto su tendencia alcista de las últimas sesiones.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.
Adrián Aquaro
Trader College