La sorprendente cifra del ISM de manufacturas de julio en Estados Unidos le devolvió al dólar algo de confianza apenas conocido el dato. Se esperaba que el sector minoritario del PBI estadounidense permaneciera en zona de expansión (por encima de 50 puntos), y finalmente arrojó una cifra muy por encima de lo esperado, en 54.2 puntos. La bolsa de Nueva York, que recién iniciaba la semana, comenzó a observar fuertes ganancias, y el billete logró recuperarse parcialmente ante el euro, la libra, el dólar canadiense y el dólar australiano, observando a la vez fuertes ganancias frente al yen.
Pero ya sobre el cierre de la tarde, y más aún en la sesión asiática del martes, el dólar vuelve a ceder posiciones en prácticamente todos los frentes. Hasta el oro, que había cedido más de 30 dólares en pocas horas – luego de abrir la semana con un sorprendente máximo histórico en 1991 dólares-, ya se encamina de nuevo a la zona de 1980 dólares, golpeando la puerta de los esperados 2000 dólares por onza.
También en la sesión asiática del martes, los futuros de los índices bursátiles de Nueva York presentan ganancias moderadas, al tiempo que los futuros del WTI cotizan a 40.94 dólares por barril, luego de una sesión muy volátil, que vio a la materia prima ganar 1.60 dólares en pocas horas, y estacionar luego a mitad de camino.
Ante la ausencia de otros datos relevantes -que llegarán desde el miércoles con la encuesta de servicios y el dato de empleos privados de julio- los mercados seguirán atentamente las cuestiones que los han ocupado en los últimos días. Lo más relevante sigue siendo la evolución de la crisis económica, derivada a su vez de la crisis sanitaria, que se niega a amainar, pese a los esfuerzos de los gobiernos, y a los constantes anuncios de la producción de vacunas en varias latitudes.
Pero también la carrera electoral inquieta, con tres meses exactos para que se lleven a cabo las elecciones presidenciales, para las cuales el actual presidente, Donald Trump, parte con una fuerte desventaja, un escenario impensable a inicio de 2020, cuando lideraba cómodamente las encuestas. Las ideas del candidato opositor, Joe Biden, espantan a Wall Street, que podría sufrir una severa caída si la ventaja del demócrata se consolida en las próximas semanas.
El panorama no luce mejor en el frente externo. Estados Unidos ha entrado en un nuevo conflicto con China, esta vez por la aplicación Tik Tok, a la cual acusa de ser manejada por la inteligencia china para tomar información de usuarios. En la disputa ha ingresado ahora Microsoft, que se muestra dispuesta a comprar la aplicación oriental, movida de la cual el presidente Trump desconfía.
En otro orden, el Banco de la Reserva de Australia se dispone a dejar sin cambios la tasa de interés en el 0.25%, algo que los mercados descuentan, nivel que mantiene mensualmente desde marzo pasado, al estallar la crisis sanitaria. El RBA se reúne 11 veces por año, con excepción del mes de enero.
El dólar australiano resurgió de sus mínimos de 18 años de mediados de marzo, para situarse en máximos desde marzo de 2019 la semana pasada, por encima de 0.7200. En el corto plazo, el Aussie ya parece haber corregido lo suficiente como para iniciar un nuevo ciclo alcista, aunque el anuncio del banco central no parece ayudarlo.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el miércoles.
Adrián Aquaro
Trader College