El dólar continúa en una senda bajista muy pronunciada, si bien ha encontrado algo de alivio luego de las enormes pérdidas sufridas el viernes y en las primeras horas del lunes.
Este martes se inicia la reunión de política monetaria de la Fed, que finalizará el miércoles al mediodía, con el posterior comunicado oficial, y la conferencia de prensa a cargo del presidente Jerome Powell. En el medio, el Congreso continúa en plena negociación para promulgar un nuevo plan de un billón de dólares, adicional a todos los que ya se han colocado, para tratar de paliar la situación económica, que se ha complicado nuevamente en julio.
Las órdenes de bienes durables de junio, conocidas el lunes, solo sirvieron para la estadística. Es claro que con la expansión del virus en los estados del sur la economía se ha resentido nuevamente, y la situación amenaza con complicarse mucho más en Europa, donde por ahora parecía controlada. Por caso, la titular del BCE, Christine Lagarde, afirmó días atrás que la entidad ya había hecho mucho, y que no había planes de inyección de euros en lo inmediato.
La emisión de dinero sigue estando en los titulares. Los inversores siguen premiando a los activos como el oro, la plata y el platino, aunque estos dos últimos podrían sufrir alguna desventaja ante el metal dorado, dado que este no está vinculado directamente a la producción. Y si a Estados Unidos no le va bien, tampoco le irá bien a China, principal importador de estas materias primas.
Como se ve, la cantidad de dólares en danza poco ayudan a su recuperación. Tampoco lo hará, en principio, que se publique un PBI avanzado del segundo trimestre con una insólita caída del 35%, una cifra que ni en los peores sueños podría esperarse.
Las que vienen, entonces, no son horas sencillas para los mercados, ni para el dólar. Pese a todo, las acciones de Wall Street iniciaron la semana con ganancias importantes, desestimando algunos signos de agotamiento que presentaban los futuros de los índices principales. Claro que esta situación no es eterna, y el divorcio de la bolsa con la economía se amplía cada día más.
Tal como se encamina el mercado de divisas, al euro parece no faltarle mucho para arribar a 1.2000, en tanto la libra esterlina, con los avatares del Brexit en el medio, también podría alcanzar 1.3000 sin dificultades. En cuanto al yen, tiene la gracia de la que goza el oro: crece por refugio y por la debilidad del dólar. Si bien estas y otras monedas líderes se ven sobre compradas hasta en los gráficos diarios, no hay motivo para suponer en una caída masiva de las mismas esta semana, salvo por correcciones puntuales.
Este martes, la noticia a seguir será el índice de confianza del consumidor del Conference Board. El mismo se espera cayendo una vez más, y es un dato valioso, por cuanto suele ir a contramano de la cifra de desempleo. Una lectura baja podría anticipar que los datos de empleo, que se conocerán el viernes 7 de agosto, volverán a ser sombríos.
Un panorama complejo, como se ve, y con las elecciones que se acercan. El presidente Trump deberá hacer mucho para cambiar el rumbo de las encuestas, y esperar que la ciencia lo ayude.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el miércoles.
Adrián Aquaro
Trader College