Llega el fin de un mes complejo para los mercados, y en verdad para el mundo en general. En algunos países, en especial en el hemisferio norte, la llegada del verano parece haber traído algo de alivio en la crisis sanitaria, pero la reapertura de las economías dio como resultado un rebrote del virus, contra el cual aún no se ha hallado una solución más sustentable que las restricciones a la circulación.
Los datos provenientes de Estados Unidos y Europa fueron sensiblemente mejores que los de abril y mayo, algo que no exigía realmente mucho para lograrlo, pero al menos sirvieron para traer alivio y esperanza a los mercados de una salida de la crisis en los próximos meses. Precisamente, la reaparición con fuerza del virus la semana pasada, con niveles récord en algunas ciudades del sur de Estados Unidos, es lo que apagó el entusiasmo que movió a los mercados durante buena parte del mes.
La caída de la bolsa de Nueva York del viernes anticipa una semana complicada. Facebook perdió más de 20 dólares entre el gap que dejó en el inicio de la sesión y el cierre semanal, ante el boicot impuesto por varios de sus grandes anunciantes, lo cual arrastró a gran parte de las acciones tecnológicas. A la vez, Google cayó 80 dólares ante la presión que sufre de parte de los medios de comunicación para que pague por los contenidos que publica, algo que ya está en discusión judicial. Las acciones del Dow Jones también cayeron, aunque con menor virulencia.
Respecto a las monedas principales, el contexto favorece claramente al dólar de cara a esta semana, que además será corta (el viernes no habrá mercado en Estados Unidos, y cuando esto sucede, el resto de los mercados ofrece pocas variantes).
El euro, la libra esterlina y el dólar canadiense, y en menor medida el dólar australiano y el franco suizo, presentan signos de debilidad en las primeras horas del lunes, y podrían continuar con sus respectivas bajas en la sesión americana de este lunes. El yen, siempre más estable, no se muestra tan débil, y podría apurar su alza si el clima de negocios se mantiene durante toda la sesión del lunes.
Y como suele ocurrir en estas circunstancias, el oro también aprovechó para crecer. Para los próximos días, la zona de 1795 dólares, los máximos de octubre de 2012, puede estar en el centro de la escena.
La agenda del lunes es modesta, aunque en el inicio de la sesión asiática el PMI de manufacturas de China buscará confirmar que la segunda potencia global se encuentra nuevamente en proceso de expansión de su principal sector de la economía.
Durante la semana, los ISM de manufacturas y servicios, y las encuestas de empleo, tanto privado (ADP), como la del Departamento de Trabajo, acapararán la atención de los inversores, dando buen ritmo al mercado.
Una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.
Adrián Aquaro
Trader College