La presentación del presidente de la Fed, Jerome Powell, ante el Comité del Senado, dejó en claro que el organismo que preside tiene los pies bien puestos sobre la tierra, y lejos está de dejarse llevar por algunas cifras. Powell fue enfático al afirmar que la salida de la crisis está lejos, y que hasta que el público no esté convencido de que el virus se ha terminado, no habrá una solución total. En las palabras de Powell, lo que ve la Fed es una “incertidumbre significativa” en la recuperación económica. Powell también habló de los altos niveles de desempleo, afirmando que una larga recesión erosiona las perspectivas laborales.
Contra estas declaraciones, y en verdad contra todos los pronósticos, la cifra de ventas minoristas creció un 17.4% en mayo, y la que excluye vehículos un 12.4%, un meteórico ascenso, de escasos antecedentes en la historia, compensando caídas de igual tenor en el mes de abril. La contrapartida que la utilización de la capacidad instalada bajó al 64.8%, muy inferior al promedio del 76% que supo exhibir la economía estadounidense durante mucho tiempo, y que simbolizó su fortaleza.
Este miércoles tendrá lugar la segunda presentación de Powell, esta vez en la Cámara Baja, pero no tendrá impacto en los precios del dólar ni de las acciones como sí lo tuvo el martes. Con una agenda sin muchos atractivos, asoman como focos de atención los nuevos rebrotes del virus en Estados Unidos y China, país donde se han debido aislar varias ciudades, y un nuevo conflicto entre Corea del Sur y Corea del Norte. El país comunista prácticamente ha cortado relaciones con el sur, en un nuevo giro de su oscilante e imprevisible diplomacia, y amenaza con acciones bélicas inmediatas.
En cuanto a las monedas principales, el euro presenta una formación de cambio de tendencia -hombro cabeza hombro- que parece salida de un manual de análisis técnico. El quiebre de la zona de 1.1215 podría desbarrancarlo, y el objetivo de la figura aparece muy abajo, tal vez poco probable de cumplir en pocos días. La pendiente de la figura, de todos modos, anticipa una baja lenta.
La libra esterlina también apunta a la baja, aunque sin tanta convicción, y solo el quiebre de 1.2500 podría confirmar una caída más importante de la misma. El gráfico de 4 horas se perfila en esa dirección, y es probable que si el euro cae, la libra siga su mismo camino.
Y dado que el yen está listo para crecer, los pares EUR/JPY y GBP/JPY podrían ofrecer sendos movimientos bajistas muy marcados. Ambos cruces se perfilan a la baja desde varios días atrás, y tienen mucho camino por seguir en esa dirección.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el jueves.
Adrián Aquaro
Trader College