Desde que la Fed abrió las compuertas en marzo, Wall Street ha tenido el mayor rally alcista en toda su historia. Ya saben, la liberación de liquidez por parte de la Reserva Federal anunciada el 23 de marzo no tiene precedentes. La apertura de compuertas de la Fed en marzo fue la mecha para que Wall Street subiera como la espuma. Europa iba a menor ritmo y desde hace unas semanas sube más fuerte que sus pares norteamericanos porque confiaban en lo que dijese el BCE el jueves. Y no defraudó Lagarde.
El fortalecimiento de las monedas vinculadas a commodities (materias primas) y el debilitamiento de las monedas refugio sugieren que el apetito de los inversores se mantiene optimista y siguen apostando por una recuperación económica global.
Un ejemplo lo tenemos en el Nasdaq 100, que subió más de un 30% desde los mínimos, algo que sólo ha pasado 7 veces desde el año 1985 (la última vez en el año 2009). De media subió un 5,2% al mes siguiente, casi cinco veces más que el 1,3% de media de un mes de ganancias en la historia del Nasdaq. La única vez que no se recuperó en los siguientes tres y seis meses después de un movimiento de más del 30% en 50 días fue en noviembre del 2001.
Los cambios en los tipos de interés de un banco central afectan e inciden en la demanda de su divisa y en el tipo de cambio respecto a otras divisas. Por ejemplo, un motivo para explicar por qué una subida de tipos de interés fortalece la divisa del país en cuestión: los tipos de interés influyen en el rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, y claro, dichos bonos sólo se pueden comprar en dólares. Por tanto, si los tipos de interés en Estados Unidos suben, los inversores interesados en comprar dichos bonos se incrementarán y como necesitan dólares para poder adquirirlos, aumentará la demanda de dólares y con ello subirá el precio del dólar fortaleciéndose frente al resto de divisas.
Veamos algunas divisas:
– AUD/USD: El dólar australiano sigue imparable llegando a 0,70 y a su resistencia. Ha subido un 27% después de caer a su nivel más bajo el 18 años en marzo. ¿Y ésta fuerza? Ayuda que el RBA dijo que no quiere tipos de interés negativos. Pero la economía australiana se contrajo en los primeros 3 meses del año entrando en recesión por primera vez en 30 años y se espera que el actual trimestre sea el más perjudicial para Australia.
– EUR/USD: El índice ICE Dólar subió 0,3% el viernes a 96,70, pero se mantuvo en el camino de un descenso semanal de -1,4%. El índice se había negociado en un máximo de más de tres años cerca de 103 a mediados de marzo con el pánico creado por la pandemia pero ha retrocedido -5,9% desde ese pico.
El sentimiento sobre el euro frente al dólar ha cambiado. Y ha sido un giro brusco y rápido. Hemos pasado de ver que se defenestraba a la moneda comunitaria y que incluso muchos hablaban de ver pronto la paridad. Pero todo eso queda ya atrás. Un punto de inflexión fue a mediados del mes de mayo cuando Francia y Alemania presentaron en sociedad las líneas maestras de su plan para la Unión Europea. Y es que desde ese día, el euro ha subido un +3,50% frente al billete verde.
En efecto, esta propuesta, junto con el hecho de que en Europa los contagios y muertes del coronavirus se están reduciendo, que las economías poco a poco están volviendo a abrirse al exterior y lo anunciado el pasado jueves por el Banco Central, son razones de peso para que el euro esté fuerte y recupere, al menos, parte de la confianza perdida de buena parte de los inversores.
Es verdad que hay quien dice que más que mérito del euro es demérito del dólar. Tampoco hay que exagerar. Si los malos datos macro de EE.UU y los desórdenes en las calles por la muerte de George Floyd no han tumbado a Wall Street, no vale ahora decir que son la causa de la debilidad del dólar. Sencillamente se han juntados dos cosas: las razones que les he expuesto anteriormente + el hecho de que los activos refugio pierden brillo porque el ánimo de los inversores empieza a salir a flote.
Así las cosas, el euro lleva una racha no vista desde octubre del 2004 y sube un 7% desde los mínimos del mes de marzo, con lo que ya no está en perdidas en el actual ejercicio y pasa a estar en verde. Es más, llegó a 1,138, cerquita de los máximos del año (1,149 el 8 de marzo) antes de venir la caída por el coronavirus.
Interesante también que el mercado de opciones está reflejando el estado de ánimo de la gente. La inversión del riesgo euro-dólar de un mes, un indicador de posicionamiento y sentimiento, rompió convincentemente por encima de cero hace algo más de una semana por primera vez en meses, señalando un giro alcista en el sentimiento hacia la moneda común.
Respecto a la Fed, decir que de momento ha rechazado los tipos de interés negativos (aunque el mercado dice lo contrario), argumentando que tienen herramientas más efectivas.
– EUR/CHF: El franco suizo es un activo refugio por los grandes superavits en cuenta corriente. Esto se traduce en grandes tenencias de activos extranjeros por parte de los inversores en Suiza y se espera que esos inversores repatríen rápidamente algunos fondos cuando las cosas se ponen feas, fortaleciéndose su moneda. Debido a ello, la divisa helvética actúa fuerte en épocas de crisis.
El franco ha coqueteado con 1,05 lo que hace especular sobre si el Banco Nacional, que entre 2012 y 2015 limitó el valor del franco a 1,20 por euro, podría haber trazado una línea roja ahí. Y es que de ser así, significaría que el Banco no dejaría que cayese de ahí la cotización
– GBP/USD: La libra alcanzó un máximo de tres semanas contra el dólar un día antes de que se reanuden las negociaciones comerciales entre Londres y Bruselas. El indicador del sentimiento en la libra esterlina durante el próximo mes es la menos negativa desde finales de marzo.
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