Hace bastantes años que el Ibex muestra un peor comportamiento relativo que la media europea. Pero no siempre fue así. En el período 2002-2010 (en particular en la gran burbuja), el Ibex subió mucho más que el resto. ¿Hemos pagado ya los excesos de la burbuja? Las fases iniciales de un nuevo ciclo alcista tras una recesión ponen a prueba la confianza de los inversores. En la situación actual, la intensa subida de muchos índices está yendo en paralelo a la publicación de unos datos económicos catastróficos y a un altísimo grado de incertidumbre sobre la evolución de la economía en los próximos meses, con la espada de Damocles de un eventual rebrote de la pandemia. De momento, sin embargo, el mensaje del mercado parece claro. Con los índices norteamericanos camino de sus máximos históricos, los inversores parecen convencidos de que esta recesión se va a recuperar con rapidez y vamos a volver al escenario optimista que teníamos: un escenario de crecimiento sostenido en los próximos años acompañado de unos tipos de interés muy bajos que hacen de la Bolsa el activo financiero más atractivo.
La historia muestra que estas recuperaciones intensas del mercado son habituales tras una recesión y la mayoría de las veces no hay vuelta atrás del mercado. Esto es así porque una recesión marca el inicio de una nueva fase sostenida de crecimiento económico que se mantiene durante años. Alguna excepción ha habido, desde luego. Por ejemplo, en el caso de España la de la recesión de 2008/09. Entonces el Ibex tuvo una recuperación muy intensa desde marzo de 2009 hasta principios de 2010, nueve meses en los que subió un 80% anticipando una vuelta al crecimiento económico. Y la economía salió de la recesión, efectivamente, pero no precisamente para volver a un escenario normal de crecimiento sostenido. Un año después el problema de la deuda y la necesidad de hacer ajustes presupuestarios provocaron una nueva recesión y la Bolsa volvió a los mínimos. En todo caso, un escenario de ese tipo se plantearía más bien dentro de unos meses. De momento, el mercado sigue subiendo anticipando algo que sin duda a corto plazo va a suceder: una vuelta al crecimiento tras la intensísima recesión de estos meses. Después veremos si podemos confiar en una fase expansiva sostenida de la economía o aparecen los nubarrones en el horizonte.
En los últimos días la subida del mercado se ha reactivado después de una fase de corrección que se ha limitado a un movimiento lateral con escaso retroceso. Lo más relevante quizás en los últimos días es que los sectores y valores que se mostraban más reticentes a subir se han incorporado con fuerza a la subida. Son general los valores cíclicos más expuestos a la crisis los que han liderado la subida estos días, lo que podría interpretarse en términos de una creciente confianza de los inversores en la recuperación de la economía.
Los índices europeos se han beneficiado de esta circunstancia y han subido con fuerza en los últimos días reforzando su estructura alcista desde los mínimos de marzo. Indicadores de la fortaleza interna del mercado, como la línea avance/descenso, han acompañado también el último tirón lo que de momento sigue apuntando a que la fase de recuperación va a mantenerse en próximas semanas más allá de las inevitables correcciones de corto plazo que suceden de vez en cuando.
El sector bancario es quizás el que más dudas presenta desde un punto de vista técnico lo que mantiene a su vez al Ibex algo retrasado respecto a otros índices, pero también en los últimos días se aprecia un intento de consolidar una fase de rebote más sostenida. De momento, por tanto, la mayoría de indicios siguen apuntando a la continuidad de la subida desafiando la gran incertidumbre sobre el escenario económico de los próximos meses.
Nicolas Lopez Medina
La Carta de la Bolsa