Después del pavoroso dato de empleos de abril, con más de 20 millones de puestos de trabajo perdidos, esta semana la agenda de datos incluye dos informes clave: el índice de inflación y las ventas minoristas. Ante el panorama actual, solo se puede esperar una caída de la inflación debajo de cero, y las ventas minoristas otra vez en mínimos de varias décadas.
Durante el fin de semana varios países anunciaron la reapertura parcial de sus economías, lo cual tendrá vigencia a partir de la fecha. Entre ellos, Estados Unidos, donde en varios estados comenzará en las próximas horas la actividad comercial, aunque las industrias aún deberán permanecer en la espera. El titular de Tesla, Elon Musk, anunció que si no se permite la reapertura de su planta en California cerrará la misma, en tanto, en sentido opuesto, Apple reabrirá al menos 6 de sus tiendas distribuidas en todo el país.
El dólar inicia esta semana con un tono mixto en sus cruces principales. El euro se mantuvo sin cambios relevantes, como es habitual, pese al dato de empleos de abril, en tanto la libra esterlina mantiene un tono ligeramente alcista, a la espera de anuncios por parte del Banco de Inglaterra para ampliar los planes de compra de bonos.
El yen, por su parte, cayó ligeramente ante el dólar el viernes, y mantiene un sesgo bajista en las primeras horas del lunes. En todos los casos, lo que estamos viendo en los pares principales es un movimiento de baja monta, con escasa amplitud de precios, en línea con lo que viene sucediendo en las últimas semanas.
En otras palabras, las divisas permanecen indiferentes a la crisis sanitaria, y la bolsa descuenta que, una vez que pase el peor momento de la misma, justamente el que ahora mismo estamos atravesando, la recuperación económica va a ser meteórica. La impresión que queda es que los mercados toman la actual crisis de la misma forma que tomarían un desastre natural, cuyos efectos son graves, pero de corto plazo.
La confianza de los inversores es tal que ni siquiera el autoaislamiento del vicepresidente Mike Pence, cuyo diagnóstico de virus dio positivo, ha hecho mella en el inicio de la semana. Los mercados siguen creyendo que el presidente Trump puede ganar las elecciones de noviembre, y en parte ello también explica el rally actual de las acciones.
Ante la indecisión de las divisas, y las acciones que siguen su rumbo alcista, asoma la onza de oro. El metal precioso, tal como lo venimos sosteniendo en los últimos días, se perfila para apuntar a sus máximos anuales, por ahora en 1747 dólares, que tocó a mediados de abril. La imposibilidad de una devaluación simultánea del dólar, el euro, la libra y el yen hace que el oro surja como un activo a seguir muy de cerca.
La agenda de noticias de este lunes es muy modesta. Ya en las primeras horas del martes, el índice de inflación minorista en China, país cuyas estadísticas son muy poco creíbles, podrían tener algún impacto en los precios.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.
Adrián Aquaro
Trader College