Cada vez se está escuchando más en el mercado la acepción: “The Great Flash Depression” (La Gran Depresión Flash). Normalmente una gran recesión es un proceso que dura entre 1 y 3 años, y el ciclo bajista de la Bolsa a él asociado tiene un desarrollo similar. Durante ese tiempo, la incertidumbre dominante es precisamente saber cuándo terminará la contracción de la economía y, al ser un proceso largo, los indicadores económicos que se van publicando mensualmente permiten un análisis de su tendencia. Normalmente las Bolsas hacen suelo meses antes del final de la recesión, cuando los indicadores permiten intuir que la contracción empieza a perder intensidad. En la crisis actual, sin embargo, se estima que la recesión va a durar poco, apenas los 2-3 meses en que se mantengan las medidas de confinamiento. A partir de mayo/junio el nivel de actividad (PIB) volverá a crecer, aunque sea desde niveles extraordinariamente deprimidos.
¿El gran mercado bajista más corto de la historia? En apenas tres semanas, desde el 20 de febrero hasta mediados de marzo, las Bolsas de todo el mundo sufrieron un desplome sólo comparable a los “crashes” de 1929 y 1987. El S&P 500 cayó un 35%, el Eurostoxx 50 un 40% y el Ibex un 42%. Desde entonces, los mercados han entrado en un proceso de recuperación, de desigual intensidad, pero significativo en todo caso: desde los mínimos de marzo hasta los máximos recientes el S&P 500 ha rebotado un 31%, el Eurostoxx 50 un 28% y el Ibex un 24%. Actualmente el S&P 500 está un 17% por debajo de sus máximos previos a la crisis, el Eurostoxx 50 un 27% y el Ibex un 34%. Claramente el mercado está percibiendo un impacto mayor de la crisis en unos países y otros.
Europa pendiente de las medidas de apoyo. Una vez más se hace evidente que la falta de integración europea es un problema a la hora de afrontar una crisis como ésta. Es normal, por tanto, que un factor decisivo para los mercados en los próximos meses sea que se pueda alcanzar algún acuerdo que permita esperar una recuperación razonable de la economía en Europa en general y en países como España e Italia en particular. En la Cumbre de jefes de gobierno de esta semana hay coincidencia en la necesidad de crear un gran Fondo para la recuperación, pero sigue sin haber acuerdo sobre cómo se financiará y el grado de condicionalidad que se exigirá a los países que recurran a él.
Como puede verse en el gráfico anterior, la Bolsa suele hacer suelo meses antes del final de la recesión, a menudo coincidiendo con la fase de mayor intensidad de la misma. En la recesión de 2008-2009 el Ibex hizo suelo en marzo de 2009 mientras la recesión se prolongó hasta finales de ese año.
El suelo del Ibex35 coincidió con la máxima intensidad de la contracción de la producción industrial, o lo que es lo mismo, con el punto en que la recesión empezó a perder fuerza gradualmente. En la recesión de 2011-13 el suelo del Ibex se produjo aproximadamente un año antes del fin de la recesión. En la crisis actual no tenemos una perspectiva larga del proceso de recesión. El último dato de producción industrial publicado es de febrero, y todavía no refleja la recesión. La cuestión es que casi con toda seguridad en marzo/abril se registrará la tasa interanual de caída más intensa. A partir de ahí empezará a mejorar, aunque se mantendrá en negativo el resto del año. Este escenario sería consistente con que el Ibex haya hecho suelo en los mínimos recientes. La misma conclusión se derivaría analizando la correlación entre la Bolsa y el PIB, aunque al ser éste un dato trimestral es más complicado hacer un ajuste fino del “timing”. En todo caso, todas las previsiones apuntan a una intensa caída del PIB en los dos primeros trimestres para volver al crecimiento en el tercero.
El rebote del mercado desde marzo es consistente con este escenario. Ahora bien, eso no significa que no haya incertidumbres para el futuro. El ritmo de la recuperación y los efectos colaterales del aumento masivo de la deuda de los estados que se va a producir pueden afectar a la bolsa en los próximos meses y traducirse en una recuperación llena de turbulencias o incluso verse truncada.
Nicolás López de M&G A.V
La Carta de la Bolsa